En lo corrido del mes de abril se observó una fuerte apreciación del peso colombiano, alcanzando mínimos no registrados desde julio de 2015 ($2.685), e incluso siendo la moneda de mejor desempeño en la región en lo corrido del año. En línea con lo anterior, ahora esperamos que la tasa de cambio se ubique en una zona de congestión entre $2.700 y $2.850 (durante 2017 fue entre $2.830 y $3.100) por lo menos durante el primer semestre, que se caracteriza por una debilidad del dólar a nivel local.No obstante, al final de abril se observó una significativa corrección al alza en la medida que se moderan las monetizaciones al haber finalizado el pago de la segunda cuota de grandes contribuyentes y el dividendo de Ecopetrol, aunque es importante tener en cuenta que para el cierre del mes, Colombia aumentará su participación en el índice de renta fija GBI-EM Global Diversified de 7,41% a 7,73%, por la inclusión del TES COP 2025, lo cual implicaría compras aproximadas en la referencia por US$317 millones.Adicionalmente, se dio a conocer que al cierre de marzo la Posición Propia de Contado de los intermediarios del mercado cambiario (IMC), la cual se define como la diferencia entre todos los activos y pasivos denominados en moneda extranjera, se ubicó en terreno negativo (-US$84 millones). De esta manera, aunque se prevé que se haya recuperado en el mes de abril, se mantiene en niveles bajos, y eventualmente podría llevar a que los IMC demanden dólares para cumplir con los límites que establece la regulación.Recomendado: Colombia: Hay vida después del petróleoAsí mismo, otro factor a tener en cuenta son los choques de oferta del petróleo (Venezuela y acuerdo de recorte Opep), que han impulsado el precio del crudo a máximos no registrados desde finales de 2014 (referencia Brent US$73 por barril), los cuales podrían ampliarse si el próximo 12 de mayo EE.UU interpone una sanción comercial a Irán, tercer productor más grande de la Opep con 3,8 millones de barriles de petróleo diarios. En la última ocasión que fueron sancionados (entre 2012 y 2016), su producción disminuyó aproximadamente en un 1 millón de barriles hasta 2,7 millones de barriles de petróleo diarios.  Por último, cabe resaltar que a finales de mayo nuevamente se avivarán los riesgos políticos debido a las elecciones presidenciales a nivel local. Si bien las encuestas y los resultados de las elecciones legislativas y consultas partidistas sugieren una mayor probabilidad de un triunfo por parte de los partidos de derecha (históricamente ha sucedido), si la izquierda, en específico Gustavo Petro, logra llegar a segunda vuelta, y dependiendo de la votación con la que lo haga, podría generar presiones al alza sobre la tasa de cambio similar al evidenciado en las elecciones presidenciales de Chile a finales de 2017. Recordemos que para la primera vuelta, aunque triunfo Sebastián Piñera (líder de derecha), sus resultados fueron menores a los esperados (36,6% vs 44%) frente a Alejandro Guillier (líder de izquierda), quien obtuvo un 22,7% de los votos, generando que el peso chileno se devaluara alrededor de 5% en menos de un mes (el equivalente al que el peso colombiano suba $120). Posteriormente la divisa se recuperó al confirmarse el triunfo en segunda vuelta de Piñera, lo cual podría replicarse acá con un triunfo final de la derecha.Lea también: ¿Por qué se revalúa el peso colombiano?*Análisis de Casa de Bolsa