La economía colombiana necesita más que nunca de un empujón para salir adelante. Bajo esa lógica, el Gobierno adelantó los tres días sin IVA, con el fin de que el comercio tuviera un respiro en medio de la pandemia del coronavirus.

En este momento, el país ya ha vivido dos de las tres jornadas creadas por la Ley de Crecimiento Económico, tramitada el año pasado. Por lo pronto, en estos días se han vendido cerca de 10 billones de pesos.

No obstante, su realización en medio de la cuarentena le ha dejado al Gobierno muchas críticas, sobre todo por las aglomeraciones presentadas durante el primero de estos días y el efecto adverso en el frente económico.

De hecho, algunos exministros y economistas calificaron los días sin IVA como un costoso regalo, justo cuando el país más necesita recursos.

Como en esa primera fecha las ventas alcanzaron los 5,4 billones de pesos, se calcula que el descuento podría costarle casi 1 billón de pesos a las arcas del Estado. Sin embargo, las cifras son menores pues el valor de los productos comercializados sin el impuesto fueron menores.

Para la segunda jornada, el país se organizó mejor y atrás quedaron las largas filas y aglomeraciones en los comercios físicos. Sin embargo, en el plano digital también hubo que esperar largas horas para comprar los bienes sin impuestos.

Las críticas fueron precisamente para muchos comercios que no tenían las condiciones tecnológicas para atender esa enorme demanda y dejó a muchos colombianos viendo un chispero, sin productos y sin descuento del IVA.

La Dian ha confirmado que los ‘empujoncitos‘ están dando resultados porque los colombianos, luego de comprar sus productos sin IVA, se han antojado de otros así tengan que pagar impuestos por ellos.

Esto, en parte, estaría demostrando que el beneficio sí tendría un efecto positivo sobre el consumo de los hogares y el flujo de caja de las empresas. A pesar de lo anterior, los retos para el tercer día sin IVA y los próximos años siguen latentes.