Del vapor a la electricidad AYER El primer impulsor de los trenes fue el motor de vapor (creado en 1804), cuyo mecanismo de funcionamiento aprovechaba la combustión del carbón o la madera para calentar agua y crear la presión suficiente para impulsar los pistones, bielas y ruedas. HOY A principios del siglo XX, se desarrollaron ferrocarriles con motores de combustión interna de diésel o biodiésel que aún se usan, pero de forma mínima en comparación con las locomotoras eléctricas, que actualmente toman energía de una fuente de poder externa a través de un tercer riel o una línea aérea (catenaria). Capacidad AYER La primera locomotora de la historia, construida en 1084, en Inglaterra, por Richard Trevithick, tenía cinco vagones para transportar hierro y carbón; y 20 carrozas para 400 pasajeros. HOY Hoy existen trenes como el que circula entre Calais (Francia) y Folkestone (Inglaterra), que tiene más de 2.500 caballos de fuerza, y varios pisos para transporte de automóviles y camiones; y los trenes de la Red Ferroviaria de Mauritania, que atraviesa el Sahara con más de 200 vagones, que tienen una longitud aproximada de tres kilómetros). ¿Son rápidos los ferrocarriles? AYER Los trenes de combustión de carbón, que operaron en Inglaterra hasta 1954, llegaron a velocidades de 120 a 130 kilómetros por hora. HOY Desde 1939 existen líneas de tren de alta velocidad que, incluso, compiten con el transporte aéreo. Ejemplos de esto son: el tren italiano Frecciarossa, que opera a una velocidad máxima de 360 kilómetros por hora; y el Maglev, en Shanghái, China, que puede alcanzar 431 kilómetros por hora. Lea también: El tren ayudó (y ayuda) a la creación de las carreteras Los rieles también avanzan Material: en el siglo XVI los mineros ingleses empezaron a transportar material de excavación usando carretas sobre series de maderas planas, lo que constituyó el primer intento de vías férreas. Luego, en el siglo XIX, este material fue reemplazado por el acero que se usa hoy día. Los rieles: anteriormente se clavaban y se atornillaban para unirlos, lo cual generaba el traqueteo del tren. Pero desde 1902 se desarrolló la tecnología de soldadura aluminotérmica que genera continuidad en el desplazamiento del vehículo férreo. Las traviesas o durmientes: eran de madera y, en la década de los sesenta, también se empezaron a usar en concreto.