Lograr la seguridad alimentaria se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los gobiernos alrededor del mundo. Garantizar el abastecimiento implica desde verificar los procesos de siembra, producción y recolección hasta observar su trazabilidad y garantizar el consumo. Muchas veces estos procesos fitosanitarios aparecen como barreras al comercio internacional. Para lograr que los agricultores colombianos cumplan las normas sanitarias y sus productos lleguen a la mesa de millones de consumidores a nivel global sin trabas comerciales, el Gobierno creó un equipo conformado por funcionarios de los ministerios de Agricultura y de Comercio. A la cabeza de este proceso de diplomacia sanitaria, clave para dinamizar las exportaciones agrícolas, están tres mujeres. Tienen la tarea de desarrollar procesos de comercialización internacional que beneficien al agro colombiano e impulsen la diversificación de la canasta exportadora.

La viceministra de Asuntos Agropecuarios, Marcela Urueña; la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso, y la directora del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Deyanira Barrero, trabajan por impulsar las exportaciones de bienes identificados con potencial para los acuerdos comerciales vigentes y mercados estratégicos. Una apuesta para darle otra oportunidad al campo.