El pasado lunes, los jefes de prensa de Lucho Garzón, Sergio Fajardo, Marta Lucía Ramírez, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa no podían ocultar su nerviosismo. Sabían que después de cinco horas de reunión, los 'quíntuples' no podían arriesgarse a salir sin nada. No en vano a la salida del club Colombo-libanés de Bogotá, decenas de periodistas esperaban los resultados de su primer encuentro para hablar de su alianza política.Y es que en 10 semanas, desde cuando se tomaron la foto en el patio Núñez del Capitolio para manifestarse en contra de la reforma política, nunca se habían encontrado los cinco. No sucedió lo mismo con sus asesores, quienes desde mayo se han reunido semanalmente para buscar que la unión de sus jefes no se limite a una fotogénica imagen, sino que se convierta en un proyecto político concreto.A las 3:45 de la tarde hubo humo blanco. El ex alcalde Garzón abrió las puertas del salón para que entraran las cámaras y anunció que no habría voceros. "Este es un grupo democrático y todos vamos a hablar", dijo. Luego tomó el micrófono Mockus quien, para restarle peso a la falta de definiciones, insistió en que es más fácil poner de acuerdo a los políticos tradicionales que a los 'zanahorios'. "La preocupación por las reglas de juego es mayor entre aquellos que buscan el bien común. Si fuéramos un grupo de políticos tratando de repartirnos el botín, lo haríamos en cinco minutos y sin tantas miradas encima". Marta Lucía y Fajardo se limitaron a recalcar lo que ya se sabía: que los quíntuples tienen múltiples coincidencias en su visión del país y de la política. Lo mismo concluyeron Peñalosa y Lucho quienes, con el pragmatismo que los caracteriza, fueron más concretos: "Queremos formar un proyecto político de largo plazo, tener listas únicas al Congreso para 2010 y, eventualmente, apoyar un candidato presidencial único".Hasta ahí el grupo estaba unido y firme. Sin embargo, cuando los periodistas empezaron a preguntar sobre los asuntos mecánicos que asegurarían esta alianza, los 'quíntuples' vacilaron. Se limitaron a decir que se darían un mes para definirlos y que a finales de agosto habrán concretado cómo aterrizar su proyecto político. Eso, sumado a que la mayoría de partidos políticos ya está avanzando en la conformación de listas a Congreso, dejó en el mundillo político la sensación de que este grupo de independientes aún está en el terreno pantanoso de las buenas intenciones. ¿Hasta dónde han avanzado y qué es lo que ha hecho difícil que concreten los mecanismos de una propuesta electoral?Al menos ocho reuniones entre sus equipos de trabajo han fortalecido la cercanía que existía entre los cinco. Los tres ex alcaldes de Bogotá, Garzón, Peñalosa y Mockus, reconocen que al trabajar juntos pueden convertirse en una fuerza política excepcional. Marta Lucía Ramírez, por su parte, encuentra en los quíntuples un espacio renovador que la consolida como independiente, que se puede constituir en la plataforma que hoy no tiene y que necesita para catapultar sus aspiraciones electorales. El que no tiene el ajedrez tan claro es Sergio Fajardo. De los cinco, es el más vacilante, sobre todo cuando los demás le proponen apoyar un solo candidato presidencial. Las razones para la indefinición de Fajardo gravitan sobre un solo motivo: no quiere pasar de ser candidato a precandidato. Lleva casi 20 meses recorriendo el país con mucho éxito, y buscando líderes en las regiones con los cuales, dice, tiene el compromiso de llegar hasta el final. Fajardo va muy lejos en las encuestas frente a los otros quíntuples, así que es casi fijo que sería su candidato presidencial si se somete a estas reglas. Pero su trabajo previo de recolección de firmas y de construcción de bases sociales y redes políticas que ha construido lo pone a dudar. En cuanto a las listas únicas al Congreso, Fajardo y los demás le apuestan a armar una "Selección Colombia". "No tiene sentido que cada uno de nosotros apoye listas diferentes al Legislativo", dicen. No obstante, la mecánica política les ha puesto limitaciones para llegar a una decisión. Para inscribir las listas necesitan personería jurídica y han explorado dos maneras de obtenerla. Una, mediante la recolección de firmas. Otra, apoyándose en la personería de grupos independientes que aún no tienen listas propias, como el Partido Verde o la Alianza Social Indígena.El primero de los escenarios, el de las firmas, les genera la limitación de que sólo podrían presentar lista al Senado: no tienen ni la infraestructura ni el tiempo para recoger las rúbricas que les permitirían inscribir candidatos a Cámara en todos los departamentos. En el segundo, el de las personerías, les ahorraría tiempo y recursos, pero los pone ante un dilema: si escogen el Partido Verde, se exponen a las críticas de algunos que no ven bien que estos 'zanahorios' de la política se presenten con el aval de un movimiento del cual hizo parte el ex senador Luis Alberto Gil, investigado por para-política. Si, de otra parte, buscan el apoyo de la Alianza Social Indígena, los 'quíntuples' tendrán que asumir que los indígenas seguirán presidiendo este partido y -por tanto- serán los jefes de su novedosa alianza política.Los cinco mosqueteros de la política independiente se pusieron un mes de plazo para llegar a acuerdos concretos. En este tiempo tendrán que decidir los mecanismos para postular las listas únicas. En cuanto a Presidencia, tienen el reto de decidir si Fajardo se somete a la encuesta, si lo apoyan de antemano o si -en caso de que ninguna de estas dos opciones funcione- consolidan el grupo de los 'cuádruples', donde Marta Lucía, Mockus, Peñalosa y Lucho escogerían su candidato. El futuro de los quíntuples dependerá de su capacidad para entender que la política no es nada sin elecciones y que las uniones éticas, sin votos, se quedan en el apretón de manos y las buenas intenciones. Y tienen agosto para demostrarles a periodistas, políticos y miles de ciudadanos expectantes, que la renovación política puede tener más alcance que una foto.