En lo que más se destacó el cantautor argentino Facundo Cabral y por lo que es más conocido es por su música. Hé aquí un par de sus piezas: Ni soy de aquí ni soy de allá Me gusta el mar y la mujer cuando llora las golondrinas y las malas señoras saltar balcones y abrir las ventanas y las muchachas en abril Me gusta el vino tanto como las flores y los amantes, pero no los señores me encanta ser amigo de los ladrones y las canciones en francés No soy de aquí, ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad Me gusta estar tirado siempre en la arena y en bicicleta perseguir a Manuela y todo el tiempo para ver las estrellas con la María en el trigal No soy de aquí, ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad Cuando un amigo se va Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río Cuando un amigo se va una estrella se ha perdido la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido Cuando un amigo se va se detienen los caminos se empieza a revelar el duende manso del vino Cuando un amigo se va galopando su destino empieza el alma a vibrar, porque se llena de frío Cuando un amigo se va queda un terreno baldío que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastío Cuando un amigo se va se queda un árbol caído que ya no vuelve a brotar porque el viento lo ha vencido Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo Humor Si hay algo de lo que Cabral es culpable es haber sido dueño de un humor infalible, inteligente y punzante, del que hacía gala en sus presentaciones. Otra muestra de su obra es ésta. Una de sus ‘clasicas’ es la sátira de ‘Los Pendejos’, a los que “hay que tenerles miedo, porque son muchos”.