Parece que el orangután se resiste a morir. La Corte Constitucional aceptó el lunes la demanda que Pablo Bustos, de la Red de Veedurías de Colombia (RedVer), interpuso el pasado 25 de junio contra la polémica reforma a la Justicia y con eso abrió de nuevo la caja de Pandora sobre ese controvertido acto legislativo. La decisión de aceptar la demanda, tomada por uno de los magistrados, Jorge Iván Palacio, sorprendió a algunos de sus compañeros para quienes había sido un acuerdo tácito en sala plena que ya la reforma había sido hundida, ese capítulo había sido cerrado y la Corte no iba a pronunciarse sobre ella. ¿Qué significa el aceptar la demanda? En principio, lo más importante es que cuando se acepta una demanda se da por hecho que la norma que está siendo demandada existe. ¿Eso quiere decir que el 'orangután' de la reforma a la Justicia, para la Corte Constitucional, sigue vivo? Si bien el magistrado Jorge Iván Palacio tuvo cuidado de advertir que al aceptar la demanda no se estaba aceptando que la reforma esté vigente, ese punto está en discusión. Y hay quienes pueden alegar que al dar ese paso lo resucitó. Como se sabe, el procedimiento que se utilizó para hundir el acto legislativo ha dado lugar a tanta discusión como el texto mismo de la reforma a la Justicia, que fue calificado por muchos como un 'orangután'. La reforma que salió de la comisión de conciliación del Congreso atentaba contra principios básicos de la estructura de poderes del Estado. Y prácticamente todo el país estaba de acuerdo en hundirla. Lo que no se sabía era cómo. Hubo que reinterpretar ciertas bases jurídicas para darle una salida a la crisis. El presidente Santos 'objetó' una reforma a la Constitución, lo cual no está previsto en la Carta política. Y la reforma se hundió en sesiones extraordinarias, que en teoría no es válido porque los actos legislativos deben ser aprobados en periodos ordinarios. Es posible que la Corte Constitucional luego de estudiar la demanda diga que se declara inhibida. Pero también puede suceder que se imponga una tesis santanderista que diga que no se podía tumbar la reforma en esas condiciones.  Por ahora, sigue abierto el debate.