El abogado y exconstituyente Juan Carlos Esguerra se posesionó como titular del recién restaurado Ministerio de Justicia. Esguerra, exministro y exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, tendrá el reto de liderar la reapertura de la cartera que estuvo ligada a la del Interior por nueve años. Según la reforma institucional propuesta por el gobierno de Juan Manuel Santos, el de Justicia será el cuarto ministerio en la jerarquía del poder Ejecutivo. Y Juan Carlos Esguerra fue la persona escogida para el cargo. En criterio de varios analistas, él es la persona idónea y mejor capacitada para el cargo.  Para el exfiscal Alfonso Gómez Méndez, la reapertura del Ministerio de Justicia era necesaria. “Fue un error suprimirlo”, sostuvo Gómez Méndez a Semana.com. El exfiscal resaltó además que paradójicamente, el hoy ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, apoyó en el 2002 el proyecto de fusión ministerial. “El nuevo ministerio tiene una estructura adecuada con funciones interesantes. Además, el doctor Esguerra tiene todas las condiciones para el cargo”, agregó. El constitucionalista Juan Manuel Charry, por el contrario, no justifica la existencia de un ministerio de Justicia. Para Charry, que en su momento apoyó la fusión, “el nuevo ministerio tiene la disyuntiva de quedarse en el simple papel de manejar las cárceles y administrar los bienes del narcotráfico, o de cumplir un verdadero rol político”. ¿Bajará la tensión? Uno de los retos inmediatos de Esguerra será llevar a buen término la propuesta de Reforma a la Justicia, que en el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010) fue retirada en cinco ocasiones. Por cuenta de esa reforma, el país ha asistido a un debate político y jurídico en los últimos días. De un lado, el Gobierno radicó una ponencia que busca cambios estructurales en el diseño de la rama judicial, regular la tutela contra sentencias judiciales y quitarles el poder de elección a las altas cortes, entre otros cambios.  De otro lado, las altas cortes han expresado su desacuerdo con el proyecto de reforma constitucional. Precisamente, este jueves, el Consejo de Estado presentó un proyecto alternativo. Según Mauricio Fajardo, presidente del tribunal, “el proyecto pretende evitar que el Ejecutivo les reste competencias y poderes de nominación y elección de funcionarios a cargos públicos como fiscal y contralor de la República”. El proyecto de reforma del Consejo de Estado incluye la modificación del Consejo Superior de la Judicatura, pero no su desaparición, como lo propuso el Gobierno. Coincide con el proyecto del Ejecutivo en que otorga la doble instancia de juzgamiento a los congresistas, entre otras disposiciones. El ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, se mostró a favor de nuevas propuestas que enriquezcan el debate. Para Charry, la creación de la nueva cartera, sin embargo, no garantiza que cesen las diferencias y contradicciones entre el gobierno nacional y las cortes. El constitucionalista también es escéptico de los beneficios de la reforma a la justicia esgrimidos por el Gobierno. En su opinión, “es limitada y mala”. Sus falencias, según dice, “van desde errores conceptuales, como promover más de la cuenta los medios alternativos de justicia, hasta errores técnicos, como el hecho de que la segunda instancia para los congresistas procesados se resuelva en la misma corporación. Esto generará que se mantenga la politización de la justicia”, explica el analista de Razón Pública. Por el contrario, Gloria María Borrero, de la Corporación Excelencia, considera que la medida va a bajar la tensión significativamente. “Hay un tono diferente. Se ha avanzado en el establecimiento de confianza. Esguerra les puede hablar de tú a tú a los magistrados. Y va a establecer una pedagogía de respeto por las instituciones”, sostiene la analista. “Recibimos (la Corporación) con beneplácito el restablecimiento del Ministerio de Justicia. Consideramos que la fusión fue un error estratégico”, dijo a Semana.com. Borrero explicó que la justicia necesita un interlocutor de tiempo completo en el poder ejecutivo, pero enfatizó en que con la medida no van a estar superados todos los problemas que en materia de justicia se presentan en el país. Esguerra afrontará entonces su prueba de fuego desde ahora mismo. Seguramente sus decisiones, la manera como se desenvuelva en el Congreso y el diálogo que sostenga con las cortes estarán en el centro de la discusión.