Alejandro Santo Domingo, hijo del empresario que montó un gran emporio industrial en Colombia, tomó las riendas del grupo en esta nueva era. Ahora es una organización transformada y enfocada en negocios estratégicos. El joven empresario que maneja el grupo con tanta destreza como su padre, Julio Mario, le contó a SEMANA cómo ve la organización que dirige. SEMANA: ¿Cómo define esta década para el grupo? ALEJANDRO SANTO DOMINGO: Como un periodo de ajuste, crecimiento e internacionalización. Ajuste, porque regresamos a nuestro origen – la cerveza–, separamos las actividades de bebidas de las de no bebidas y en las de no bebidas optimizamos nuestras posiciones. De 140 empresas, muchas de ellas deficitarias en todos los sectores de la economía, hoy tenemos alrededor de 10 con proyección. Crecimiento, porque a principios de la década decidimos crecer nuestro negocio cervecero, entramos a los mercados de Panamá y Perú. E internacionalización porque en 2005 logramos fusionar nuestra participación en Bavaria con SABMiller. SEMANA: ¿Queda algo pendiente del plan de ajuste que aplicaron? A.S.D.: Creemos que ya concluimos en gran medida la reestructuración de Valorem. Ahora lo que estamos haciendo es buscar nuevas oportunidades. El año pasado finiquitamos la inversión en Cine Colombia y este año estamos explorando proyectos en el sector agroindustrial. SEMANA: Definidos los focos en los que se quieren concentrar, ¿cómo les fue? A.S.D.: Definimos enfocarnos en el sector bebidas vía nuestra posición en SABMiller, y desde Valorem estamos en medios y entretenimiento, logística y transporte, sector inmobiliario, reforestación y petroquímico. El balance, creemos, es positivo. SEMANA: La última década fue clave para las empresas. ¿Cuales factores considera usted que ayudaron más? A.S.D.: Varios factores contribuyeron entre los que destaco la confianza inversionista y el éxito del programa de seguridad democrática, el crecimiento económico a nivel mundial, la abundancia de capital en los mercados y la apreciación de los precios de los commodities. SEMANA: ¿Hacia el futuro usted cómo ve el grupo, solo con vocación local o con presencia en el exterior y en la región? A.S.D.: La fusión de SABMiller con Bavaria representa un paso fundamental en la internacionalización de nuestras operaciones. Consideramos que Colombia sigue siendo un país fantástico para invertir pero siempre estamos abiertos a explorar nuevas oportunidades, bien sea dentro o fuera de él. SEMANA: ¿Cómo les ha ido en el área de medios y entretenimiento? A.S.D.: En tan solo televisión hemos invertido más de 500 millones de dólares. Las nuevas tecnologías, la competencia de los canales por cable y la entrada del tercer canal incrementan los niveles de competencia y dinamismo. Hemos sido claros en decir que la competencia es bienvenida pero en condiciones de equidad. A pesar de lo anterior, sentimos que el balance es positivo. El contenido generado en Colombia es cada vez mejor y como prueba de ello uno lo ve con mayor frecuencia en las pantallas internacionales. SEMANA: ¿Cuál ha sido el principal aprendizaje que ha recibido de su padre para enfrentar el mundo de los negocios? A.S.D.: Lo que soy y lo que sé se lo debo a mis padres. No terminaría la larga lista de cosas que les he aprendido a los dos. Entre las lecciones más importantes están el amor por Colombia, la importancia de lo filantrópico (como la megabiblioteca de Suba) y la curiosidad intelectual para mirar oportunidades y opciones nuevas. En materia de manejo de negocios, de mi padre aprendí, entre muchas otras cosas, la importancia de enfocarme en la caja y la liquidez que generan los negocios, a ser prudente con el apalancamiento y a tomar riesgos midiendo las implicaciones de los mismos.