Otro aspecto al que nadie le ha parado muchas bolas en la nueva reforma es el regreso de los contratos de estabilidad jurídica para megainversiones. Estos son algunos datos: la tarifa de renta sería de 27 por ciento; no pagarían renta presuntiva; no pagarían impuesto sobre dividendos y no pagarían impuesto al patrimonio. La condición: invertir más de 300 millones de dólares antes de 2024. Esa cifra tan alta hará que haya pocos beneficiarios. Algunos economistas han cuestionado la efectividad de estas medidas en el pasado y no es fácil calcular cuánto le van a costar estos incentivos tributarios al gobierno.