Comparto la preocupación de Alejandro Santos Rubino ('Africa adiós', SEMANA #909) respecto del inmenso drama que viven los pueblos en varios de los países del 'continente negro'; y aplaudo su intención de informar y de sacudir la conciencia de los lectores frente a horrores que la humanidad no puede, jamás, aceptar.Discrepo, sin embargo, cuando atribuye el drama africano al "fracaso de las Naciones Unidas en el nuevo relajo mundial".Pocas veces en la historia reciente ha habido un líder mundial como el actual secretario general de Naciones Unidas, el ghanés Kofi Annan, que con tanta insistencia ha llamado a los gobiernos del mundo, y al propio Consejo de Seguridad, para contribuir a la paz, la seguridad y a la superación del drama humano en Africa a través del desarrollo sostenible. Así, Annan entregó, hace casi un año y medio, un detallado informe sobre los desafíos más acuciantes de Africa. En agosto pasado, el secretario general ha publicado bajo el título: 'Africa, el horror y la esperanza', en diarios en casi todos los países del mundo (y así también en Colombia) un fervoroso llamado a la comunidad internacional de prestar asistencia humanitaria, política y financiera. Decía allí: si la gente más sufrida en el Africa "recibiera el apoyo internacional que está recibiendo ahora la gente de Kosovo, Africa tendría la oportunidad real de cambiar". Es más: apenas hace pocos días (el 29 de septiembre pasado), Annan presentó un nuevo informe sobre la situación de Africa al Consejo de Seguridad en el que afirma que "existen lugares en Africa donde la clásica visión de un país en perpetua crisis no es una imagen sino una dolorosa realidad. Pero también quiero decir _subraya Annan_ que hay lugares, muchos más de los que son habitualmente reconocidos por la gente común, donde somos testigos de dramáticos cambios que han mejorado la situación".¿Africa adiós? De ninguna manera. Al menos no para Naciones Unidas, y mucho menos para su secretario general, destacado africano:" Aunque de manera imperfecta, los africanos han dado muchas señales de su voluntad de alcanzar la paz, la estabilidad y el desarrollo y de luchar por ellos. Si brindamos el apoyo necesario y se lo entregamos de manera directa a quienes están en mejores condiciones de utilizarlo, lograremos que los africanos hagan un cambio decisivo hacia un futuro más promisorio". Volker Petzoldt, Centro de Información de la ONU Bogotá