En una pequeña jaula de metal fueron encontrados en el patio de una casa, ubicada en la vía que de Cúcuta conduce hacia la Villa Rica, dos cachorros de ocelote (Leopardus pardalis) que iban a ser comercializados de manera ilegal.  Los pequeños mamíferos, que eran alimentados con concentrado para perro, compartían su "prisión" con dos aves exóticas que se hallaban en un compartimiento construido en la parte superior de la jaula. 

Tras recibir la denuncia, la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Metropolitana de Cúcuta, a través de la coordinación de los grupos de Protección Ambiental y Ecológica, así como de la Seccional de Investigación Criminal para los procesos de delitos ambientales, procedieron a adelantar la diligencia de allanamiento a la residencia con el fin de verificar la información recibida.  Al llegar al lugar, las autoridades se percataron de la presencia de los animales silvestres que estaban siendo sometidos al cautiverio, luego de escuchar sus gruñidos y cantos en la parte trasera de la vivienda, donde permanecían ocultos. Le sugerimos: Rescatan en Tolima a un ocelote bebé que confundieron con un gato De inmediato, se procedió a la captura de la mujer de 34 años, quien fungía como propietaria de los animales y se encontraba pendiente para realizar su comercialización. La implicada fue dejada a disposición de a Fiscalía General de la Nación para la imputación de cargos.  Entre tanto, los uniformados procedieron a sacar a los animales de la jaula para meterlos en unos guacales y, de esta forma, poderlos trasladar a la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), entidad que se encargará de adelantar todo el proceso de recuperación y rehabilitación para que, tanto los felinos como las aves, puedan retornar a su hábitat natural en el menor tiempo posible. 

Esa era la jaula donde permanecían encerrados las dos crías de ocelotes y las dos aves exóticas. Foto: tomada de video Policía Metropolitana de Cúcuta.  El Capitán Nodier Leonrdo Rivera, jefe seccional de Protección y Servicios Especiales de Norte de Santander, hizo un llamado a la comunidad a denunciar a las personas que trasgredan la ley y tengan animales silvestres en cautiverio. "Para esto tenemos habilitda la linea telefónica 3204481131, la cual funciona las 24 horas del día, para que ustedes puedan realizar estas denuncias de forma anóninima y nosotros podamos validar esa información y, de esta manera, impactar donde se están presentado estos delitos punibles", sostuvo.  Recordó que en el Código Penal se establecen penas de entre 32 y 90 meses de cárcel, así como multas de hasta 15.000 salarios mínimos a quienes incurran en el delito de tráfico ilegal de animales silvestres.  Le puede interesar: Así fue el rescate de un ocelote que no terminó en final feliz El Leopardus pardalis es uno de los seis felinos que hacen presencia en Colombia. Habita en el continente americano, desde el occidente y oriente de México hasta Argentina y Paraguay. Alcanza a medir hasta 90 centímetros de largo y pesar cerca de 11 kilogramos. La especie se ha visto afectada por la destrucción de los bosques y los cazadores, principalmente. Su llamativa piel es comercializada de forma ilegal, al igual que sus extremidades. Se trata de un felino solitario que habita en bosques tropicales y subtropicales de densa vegetación. Caza mamíferos pequeños, roedores grandes, raposas, murciélagos, aves, reptiles y peces.