Los ingresos operacionales del Grupo Energía Bogotá llegaron a $1,16 billones en el segundo trimestre de 2020 con una leve caída del 1,9% frente a igual periodo del año anterior, por los menores ingresos en los negocios de distribución y transporte de gas natural de Cálidda, en Perú, y TGI, en Colombia, ante la menor demanda de clientes industriales y comerciales.  Sin embargo, los ingresos de las operaciones de transmisión reportaron un comportamiento favorable por la ampliación de las subestaciones La Loma (Cesar) Betania y Altamira (Huila) y Tuluní (Tolima), y una mayor tasa de cambio. En Perú se contabilizaron los nuevos ingresos del Grupo Dunas. El Ebitda consolidado ajustado pasó de $536.251 millones a $663.013 millones, con un crecimiento del 23,6%, reflejando la rentabilidad y sostenibilidad de la actividad operacional, producto de un portafolio de negocios diversificado, que en una gran proporción es remunerado en dólares, en medio de una situación sin precedentes como la que se vive actualmente.  Del Ebitda generado por las empresas controladas se destacan TGI, con una contribución del 48,9%, Cálidda con 20,1% y Sucursal de Transmisión con 14,3%, como las compañías más relevantes del GEB.  La utilidad operacional del segundo trimestre ascendió a $426.828 millones, un aumento del 4%, mientras que la utilidad neta consolidada del periodo fue de $577.234 millones, con una disminución del 2,6% frente al mismo periodo del año anterior.  Por otra parte, en el primer semestre del año la utilidad neta ascendió a $1,22 billones, con un crecimiento de 15,4% frente a igual periodo de 2019. El Capex ejecutado fue US$27,9 millones durante el segundo trimestre, concentrándose principalmente en el negocio de transmisión con el 46,1% (US$12,9 millones), seguido por TGI con el 20,1% (US$5,6 millones) y por último Trecsa y EEBIS con el 17,7% (US$5 millones). Debido a la covid-19, el GEB estableció un plan de atención de la emergencia, creando una gerencia para atender lo relacionado con la pandemia. El 90% de los colaboradores del GEB y sus filiales continúan trabajando de forma remota, mientras que contratistas y cargos críticos para la continuidad del negocio están en terreno. Esto ha permitido garantizar el 100% de sus operaciones, manteniendo la continuidad en la prestación de los servicios de energía eléctrica y gas natural, y retornar a los territorios para ejecutar los proyectos estratégicos. "En este último aspecto es importante destacar la necesidad de agilizar las consultas previas con las comunidades en las áreas de influencia de los proyectos. Su demora, sumada a los efectos de la pandemia, que ha frenado la inversión en bienes de capital en cerca de un 40%, retrasaría aún más el desarrollo de los proyectos energéticos que son clave para el país", agregó el presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega. Le puede interesar: Las gananacias de TGI cayeron 67,2% en el segundo trimestre de 2020