Un estudio reciente reveló que los hombres con cáncer de próstata que se someten a la terapia de privación androgénica (TPA), para reducir sus niveles de testosterona, son dos veces más propensos a desarrollar algún tipo de demencia en un plazo de cinco años. La investigación, hecha por expertos de la Escuela Universitaria de Medicina de Stanford y la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, coincide con el hallazgo de otro estudio publicado en 2015 según el cual hay una asociación entre la TPA y el alzhéimer. Esta vez analizaron datos de unos 10.000 pacientes con cáncer de próstata, de los cuales más de 1.800 recibieron TPA. Los resultados arrojaron que el 8 por ciento desarrolló demencia mientras que solo 3,5 por ciento de los que no recibieron esta terapia sufrieron este mal cinco años después del tratamiento. Se sabe que las hormonas masculinas juegan un papel importante en el crecimiento sano de las neuronas, de allí que haya una relación. No obstante, los autores advirtieron que los pacientes que ya estén recibiendo TPA no deben cambiar súbitamente su terapia sin consultar a su médico. El trabajo apareció publicado en la revista JAMA Oncology.