EL 6 DE ENERO PAsado la patinadora Nancy Kerrigan fue atacada por un desconocido, quien le golpeó la pierna izquierda. La lesión que le produjo obligó a los médicos a inmovilizarle la rodilla y esto le impidió continuar con su participación en el campeonato estadounidense de patinaje sobre hielo, que se realizaba en Detroit. Lo que parecía una investigación complicada resultó algo sencillo. Inicialmente se creyó que el ataque había sido obra de un maniático o de un saboteador del deporte, pero ahora resulta lo obvio: fue su rival. El escándalo sobre la sospecha de que el atacante fue contratado por el marido de Tonya Harding, la competidora de Kerrigan en las pistas de hielo, para eliminarla de las próximas Olimpiadas de Invierno, ha alcanzado incluso la portada de Time. Dos días después del incidente, cuando se realizó la final del campeonato nacional, Nancy Kerrigan, sentada en la banca, observó cómo Tonya Harding, su gran adversaria en el evento nacional, ganaba la medalla de oro. Hasta ese momento se pensaba que el ataque era uno más en la lista de los atentados a famosas figuras del deporte por parte de locos fanáticos. Las noticias afirmaron que se repetía la historia de la tenista Mónica Seles, quien fue apuñalada en plena cancha durante ún partido en abril. Pero ahora todo parece indicar que esta historia va por un camino muy diferente. Eugene Sanders, un religioso de Oregón, denunció ante las autoridades haber escuchado una conversación grabada entre tres sujetos, Jeff Gilooly, marido de Harding; su guardaespaldas, Eric Eckardt, y un desconocido, quienes la semana anterior fueron arrestados. Según el reporte, en la conversación se planeó el ataque a Kerrigan. Aunque los involucrados negaron enfáticamente los cargos, un amigo del guardaespaldas de Harding confesó que éste le había ofrecido 65.000 dólares por romperle la pierna a alguien. El se negó y nunca supo de quién se trataba, hasta que vio las noticias sobre el ataque a Kerrigan. El atentado a la patinadora tenía el propósito de borrarla de la lista de participantes por Estados Unidos a los Olímpicos de Invierno de 1994, que se realizarán el próximo mes en Noruega. Esto aseguraría el puesto de Harding en esa competencia. Pero las cosas no resultaron. Al parecer, Kerrigan estará en condiciones físicas para participar en las Olimpiadas y el Comité Olímpico ya aseguró su participación. Por lo pronto lo que está por verse es si su compañera Tonya Harding verá la competencia sentada en el banquillo de los acusados.