El cuidado de los dientes es importante para evitar afecciones o problemas de salud oral. Es fundamental tener hábitos saludables desde la infancia para evitar caries o pérdida de los dientes. Por eso, desde niños se les enseña a cepillar los dientes tres veces al día, usar hilo dental y utilizar enjuague bucal con flúor.

Los dientes son una parte del cuerpo muy importante, pues gracias a ellos se pueden masticar los alimentos para poder comerlos y así recibir los nutrientes de la comida, pero es necesario señalar que estos deben cuidarse diariamente para evitar enfermedades que pueden terminar en la pérdida de algún diente.

Lavarse los dientes de manera correcta es vital para la salud | Foto: Getty Images

Según el portal odontológico Almara Dental, existen varias afecciones que puede ocasionar la caída de ellos, los cuales son:

  • Periodontitis: también llamada enfermedad de las encías, es una grave infección de las encías que daña el tejido blando y que, sin tratamiento, puede destruir el hueso que sostiene los dientes. La periodontitis puede llevar a que los dientes se aflojen o que se pierdan.

Cabe mencionar que la primera fase de esta afección, es denominada gingivitis, el cual comienza con la acumulación de la placa bacteriana, que irrita las encías y se manifiesta a través de su enrojecimiento, inflamación y sangrado.

Esta enfermedad se puede tratar con una buena higiene bucal. | Foto: Getty Images
  • Diabetes: las personas que padezcan de esta enfermedad es probable que tengan problemas en la salud bucodental, pues las concentraciones de la glucosa alta en la sangre provoca que tanto los dientes como las encías empeoren, llegando incluso a la situación de la caída de ellos.

Por ello, es necesario acudir a un especialista para poder regular el azúcar elevado en la sangre e ir a un dentista para prevenir cualquier tipo de afectación.

Glucosa en la sangre. | Foto: 2020 DeFodi Images

Traumatismo: un golpe fuerte en la boca puede fracturar o generar la pérdida de uno o varios dientes. Además, un mal uso puede generar dicho problema, como por ejemplo, abrir una botella con la ayuda de los dientes. Estas prácticas son totalmente desaconsejados.

Bruxismo. Es un trastorno en el que se rechinan, crujen o aprietan los dientes. Es posible que no se requiera tratamiento para el bruxismo leve. Sin embargo, en algunas personas, el bruxismo puede ser frecuente y lo suficientemente intenso como para producir trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza, daños en los dientes y otros problemas.