“Yo no voy a jugar ‘estatua’ con las FARC. Si hay cese al fuego, las condiciones tienen que ser verificables y que realmente le den total confianza al pueblo colombiano y al Gobierno de que el cese al fuego es controlado y verificado”, dijo el presidente Juan Manuel Santos. Desde Cali el mandatario se refirió este viernes a la necesidad de encontrar salidas entre el Gobierno y las FARC que permitan bajar la intensidad de la ofensiva que tanto daño les ha hecho a la población civil y al medio ambiente este último mes. Durante su intervención, el mandatario se sostuvo en su negativa de abrir una posibilidad de iniciar un cese al fuego bilateral, sin embargo, les dijo a las FARC que en la medida en que ellos muestren acciones para desescalar la ofensiva, el Gobierno también está dispuesto a mostrar voluntad. “Si hay gestos para desescalar, pues el Gobierno estará dispuesto a ver cómo responde”, dijo. En ese sentido, el mandatario expresó su deseo de que “se pueda iniciar el proceso para desescalar”. La solicitud del mandatario se asemeja a la dinámica por la que transitó el conflicto armado desde el pasado 20 de diciembre, luego de que las FARC decretaron un cese al fuego bilateral; tres meses más tarde Santos ordenó suspender los bombardeos contra esa guerrilla. Según cifras presentadas por la Fundación Paz y Reconciliación, en esos meses hubo una reducción de hasta el 90 % de las confrontaciones armadas. Al cierre del ciclo 38 de las negociaciones, Santos insistió en la necesidad de dar mayor celeridad a los diálogos: “aceleremos  la negociación en los dos puntos que quedan, en el punto del cese al fuego bilateral y toda la desmovilización (…) y el punto de las víctimas y la justicia transicional”, puntualizó.