AHORA SI IMPUNIDAD COMPLETA Colombia es un país de leyes que nada tienen que ver con la justicia y donde esta ultima es lo que menos importa; por eso el hacer cumplir la ley no es sinónimo de ejercicio justicia, muchas veces es hacerle el favor o el mandado a los bandidos, que han adquirido tal poder, que sus crímenes pueden llegar a ser amparados por la ley o por lo menos tapados por ella, y esto sin hablar del otro gran recurso, la inoperancia de la ley. Convirtiendo en una verdad, lo que debería ser un contrasentido: se puede delinquir con la ley en la mano y los colombianos con el crimen incrustado en el poder, nos estamos volviendo especialistas en la materia.   La llamada reforma a la justicia en sus apartes principales, no es más que el acondicionamiento de la ley para volver a las condiciones de impunidad tradicional en relación a uno de los también principales  y tradicionales focos de corrupción y de criminalidad del país: el congreso.   El país con el proceso 8000 y el proceso de la parapolitica fue testigo de algo nunca visto  en Colombia y posiblemente en el mundo, ver a  su elite política desfilar por los estrados judiciales y la soberbia del poder echada por el piso. Algo nunca visto, no porque desde el poder no se cometan crímenes, al contrario es el pan diario de cada día, y los principales y los mas comunes tienen su origen allí, sino porque se juzguen, por que se castiguen; por que eso no es lo acostumbrado y nuestra elite a aprendido la lección: ¡nunca mas!, como en los viejos y añorados tiempos, no se volverá a repetir ningún atentado contra la majestad del poder!.   Ambos procesos tuvieron el narcotráfico y el clientelismo político(léase corrupción pública) como telón de fondo, que como se puede ver, constituyen dos de los principales pilares del poder en Colombia e involucran a todos los demás; Y cuando muchos estábamos esperando asi fuese paso a paso, seguir avanzando en la lucha contra los canceres de la sociedad colombiana, y creíamos que el actual gobierno estaba empeñado en esa cruzada, se pone en evidencia todo lo contrario: de la mano del gobierno, un congreso de impedidos por estar incursos en investigaciones, aprueba la ley que los salva y los protege hacia el futuro de todos sus desafueros.   Las Cortes que fueron las únicas que intentaron oponerse, fueron cogidas en sus propias redes, por lo escandaloso de sus pensiones y las artimañas para conseguirlas, por su relaciones con el clientelismo político porque ellos también tenían familiares, amigos y fichas que colocar y para acabar de taparles la boca, les ampliaron sus periodos y podrán trabajar  pensionados y con sueldo adicional, hasta los 70 años, porque la generosidad con el poder y los recursos publicos no tiene limites.   El crimen organizado con la cara de "las gentes de bien" se han  tomado buena parte del poder en Colombia, desde el cual legisla y administra en su beneficio, sin encontrar los contrapesos suficientes para salirle al paso.   Y ahora, ¿ quien podrá salvarnos?, pues “dios ayuda a los malos, cuando son mas que los buenos”, decía una copla española.