Hussein ya dio las primeras muestras de su negativa a la orden de Bush, tras prohibir el aterrizaje en Bagdad del secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, que se disponía a convencer al mandatario de aceptar la imposición estadounidense y así evitar una guerra."Irak no es una empresa cuyos dirigentes los nombra América. Es un país que debe tratarse con respeto" indica un comunicado emitido por el Gobierno de Irak y donde se advierte que ese país continuará su yihad, es decir la guerra santa, y los iraquíes lucharán y derrotarán a los agresoresUday Hussein uno de los hijos del mandatario, calificó a Bush de "subnormal" y sostuvo que el que debe renunciar es el presidente norteamericano."Las madres y las hijas de los soldados norteamericanos que se atrevan a invadir Irak van a llorar lágrimas de sangre", sostuvo Uday y agregó que quien debe dimitir de la guerra es Bush para evitar "muchas penas a su país".Por su parte, cerca de 130 mil soldados estadounidenses esperan en Kuwuait la orden de atacar, apoyados con más de mil aviones y un fuerte armamento. Sin embargo, Hussein ha sostenido que esta será la última guerra contra su país y la última que libraran Estados Unidos y el Reino Unido.