Rasmussen señaló que no era demasiado tarde para intervenir, pero mucho dependía del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que está discutiendo una resolución sobre Libia.  El texto -elaborado por Francia, Reino Unido y Líbano- llama a crear una zona de exclusión de vuelos sobre Libia.  Estados Unidos manifestó que apoyaba la acción e incluso pidió al Consejo de Seguridad considerar medidas más duras.