Horas previas al inicio de la cumbre de países amazónicos, instancia en donde se busca dar una respuesta a la crisis ambiental que han generado los masivos incendios en la Amazonia, se han escuchado diferentes voces en torno a que esta reunión de gran trascendencia no se quede en un "saludo a la bandera", pues realmente se requiere tomar acciones integrales y urgentes para hacerle frente a la problemática que hoy enfrenta esta región. La ONG Greenpeace, por ejemplo, llegó hasta la ciudad de Leticia para exigir, junto a comunidades locales, un plan urgente, rápido e integral, para detener el fuego que solo en agosto, ya consumió 2.5 millones de hectáreas. En este contexto, y mientras los presidentes de los países amazónicos preparan su cita, Greenpeace se ubicó en una de las riberas del río Amazonas junto a un centenar de representantes de comunidades locales con el mensaje “Bolsonaro, salve el Amazonas”, para exigir de manera especial al presidente brasilero acciones más decididas para frenar el avance del fuego. Le sugerimos: Pacto de Leticia un salvavidas para la Amazonia “Hemos llegado hasta acá para mostrar a los presidentes, la preocupación mundial que existe por lo que está sucediendo en la Amazonía y enviar un especial recado al gobierno de Jair Bolsonaro. El mensaje y la urgencia es tan simple como dramática: O actúan rápido o tendremos una Amazonía convertida en cenizas”, señaló Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia. Desde la organización medioambiental se alertó que la situación, lejos de estar superada, sigue siendo alarmante. De hecho, las cifras iniciales que se manejaban de 700.000 hectáreas quemadas durante agosto han sido ampliamente superadas y ya alcanzan las 2.5 millones de hectáreas. “Por eso es que el gobierno de Brasil debe poner todos los esfuerzos a disposición de la Amazonía, sus comunidades y las especies que lo habitan. La urgencia de la situación implica apagar el fuego, pero es necesario generar un pacto multinacional de todos los gobernantes que implique un plan de deforestación cero para la Amazonía. Ser menos ambiciosos significa condenar a la Amazonía”, dijo Gómez. Greenpeace explicó que los incendios forestales y el cambio climático operan en un círculo vicioso: a medida que aumenta el número de incendios, también lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando la temperatura general del planeta y la ocurrencia de eventos climáticos extremos, como huracanes, tornados, grandes sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares. lea también: Las graves consecuencias de los incendios en la Amazonia de Brasil Por su parte, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, hizo un llamado a proteger los bienes comunes de la humanidad y reforzar los instrumentos existentes, como la Convención de Patrimonio Mundial. "Existen herramientas, como la Convención de Patrimonio Mundial o la Red Mundial de Reservas de Biosferas de la Unesco, que son ejemplos de que es posible conciliar el respeto de la soberanía y la gestión cooperativa de bienes comunes", le dijo Azoulay a la AFP, en momentos en que se multiplican los llamados para proteger los espacios considerados vitales para el planeta, como la Amazonía. "Se debe reforzar estos instrumentos, alentar a más Estados a ratificarlos, aumentar las áreas protegidas, fortalecer las capacidades de vigilancia y acción. Es a través de estos instrumentos, invirtiendo más y mejor en ellos, que encontraremos soluciones a largo plazo", señaló. Le recomendamos: Estas son las impresionantes imágenes que deja el fuego en la Amazonia de Brasil La funcionaria manifestó que la noción de bienes comunes cuya transmisión a las generaciones futuras le concierne a todo el mundo está en el origen mismo de la Convención del Patrimonio Mundial de la Unesco desde los años 1970 y está ilustrada en lugares como la Amazonía, pero también en la barrera de coral, el bosque tropical africano o el patrimonio marino. El ex ministro de Medio Ambiente, Manuel Rodrígez, no es optimista frente a este tipo de reuniones.  A través de Twitter ha dicho que la Cumbre por la Amazonia es políticamente "loable", pero considera importante que se recuerde que en los últimos 30 años se han reuinido los predisentes o altos funcionarios de la región y del mundo para decidir cuál es el punto final de la devastadora deforestación y no ha pasado nada. Se pregunta si los presidentes de los países amazónicos estarán dispuestos a renunciar a gran parte de sus proyectos mineros, petroleros, hidroeléctricos, viales, de apertura de la frontera agrícola, que son las causas fundamentales de la destrucción de la selva.  "Será un acto meramente simbólico, pues ningún gobierno está listo a renunciar a a sus políticas estractivistas, la causa principal de la destrucción de la selva", dijo.