Al menos dos guardias civiles españoles murieron a causa de una explosión en la isla de Mallorca, en el este del país. La fuerte detonación tuvo lugar poco antes de las dos de la tarde hora local (12:00 GMT) frente al cuartel de la fuerza de seguridad en la localidad turística de Calviá. Según informa la agencia de noticias EFE, las primeras investigaciones apuntan que pudo tratarse de una bomba pegada bajo un automóvil de la Guardia Civil. Las víctimas mortales serían los dos agentes que se encontraban en el interior del coche. Además, otras personas resultaron heridas a causa de la explosión. El lugar de la detonación, apuntó el diario español El País, se encuentra a menos de 500 metros de una concurrida playa. Poco después de la explosión, las autoridades españolas ordenaron el cierre del aeropuerto y del puerto de pasajeros de Mallorca. "La bomba de Mallorca llega sólo 24 horas después del ataque con coche bomba contra un cuartel en la ciudad de Burgos, en el norte del país", señaló Steve Kingstone, corresponsal de la BBC en Madrid. En ese ataque, atribuido al grupo separatista vasco ETA, no hubo víctimas mortales, aunque sí numerosos heridos leves e importantes daños materiales. Las dos últimas explosiones se produjeron poco antes del 31 de julio, día en que se cumple el 50 aniversario de la fundación de ETA.