Un análisis de Deborah Jacobs para la Revista Forbes señala que ceñirse a un puesto laboral puede a veces ser peor que dejarlo. Éstos son algunos de los factores que pesan en la toma de esa decisión tan difícil. 1. Cumplió su ciclo. Los empleos suelen tener siete etapas: la luna de miel, la realidad, el aprendizaje, el dominio de la tarea y lograr resultados sólidos, la etapa de la duda, la desmotivación y, finalmente, el agotamiento. Analice en qué fase está actualmente. 2. Un cambio ayuda a crecer. La "vida" de un trabajo dura generalmente de tres a cinco años. Manteniendo el mismo puesto de trabajo durante más tiempo podría estar asociado con un bajo potencial de ambición. Esto no significa que debe salir de su empresa cada tres años, pero sí debe asegurarse de que lo que hace siga siendo atractivo. 3. Su jefe cambia de actitud. ¿Su jefe lo trata diferente en algún aspecto? La falta prolongada de contacto muchas veces puede significar que la compañía se está preparando para despedirlo. 4. Su empresa está en crisis. Esté atento a qué están haciendo su empresas y la competencia. La noticia de que otras firmas del mismo sector se están "apretando el cinturón", puede ser una señal de que su empresa es menos estable de lo que supone. 5. Los beneficios empresariales se han reducido (o no existen). ¿Está su empresa en condiciones de pagar los sueldos y el arriendo? Analice su empresa y su gestión, tal y como se evalúa en una revisión anual. Trate de estar en una compañía “a la altura”. 6. No hay nada nuevo para usted. Piense si su trabajo actual le ayudará a alcanzar sus objetivos profesionales de mediano y largo plazo. Finalmente, el consejo, quizás más sabio, es que nunca decida abandonar un empleo si no le ha encontrado reemplazo y sea discreto en sus actuaciones.