Este miércoles Jorge Robledo, Luis Fernando Andrade, José Roberto Acosta, Luis Ignacio Betancur y Antonio Navarro Wolf debatieron con María Jimena Duzán para discutir sobre la venta de Isagén. Todo esto en consecuencia del precio de las acciones, la puja que nunca existió y el destino final del dinero recaudado para carreteras de cuarta generación. El país tembló por la venta del 56,71 % de las acciones del Estado en la generadora de energía al consorcio canadiense Brookfield. ¿Cuál será el costo político que pagará Santos por vender Isagen?   En primer lugar,  Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura,  manifestó que se necesita de esa financiación extra para poder abrir licitaciones para proyectos nuevos como la doble calzada entre Ibagué y Cajamarca. A favor de la venta de la joya de la corona del sector energético estuvo Luis Ignacio Betancur, consultor y profesor de asuntos energéticos en la Universidad del Rosario. Por un lado, justificó la razón por la cual sí es posible que exista un solo oferente y además afirmó : “Este dinero a mi juicio sí se justifica, esta venta para mí es un gran acierto parar bienestar de todos los colombianos y así cofinanciar las 4G. Si por alguna razón el gobierno desviara los recursos a otras necesidades no estaría de acuerdo con la operación”.   Desde otra mirada, el senador Jorge Robledo, considera que nunca hubo realmente una puja por Isagen al existir un solo oferente y además representa el detrimento más grande de la historia del país. Además, para Robledo existen tres temas cruciales en este debate: el precio por el que se vendió, el paso de la esfera pública a la privada, y el qué va a pasar con la plata : “En el mes de mayo Simón Gaviria, director del DNP, publicó un decreto donde se permitía hacer una subasta con un oferente, se inventaron la subasta de uno”.   Navarro Wolf, senador por el partido Alianza Verde, tampoco apoya la venta de Isagén porque la justificación de financiación para las carreteras de cuarta generación, según él, no es válida. De acuerdo con el senador, existen otras formas de financiación, como las utilidades del Banco de la República. Por último el columnista de El Espectador y miembro de la Red de Justicia Tributaria, José Roberto Acosta, la preocupación es que después de Isagén el Estado vaya al fondo de pensiones, y aclaró que no se cambio un activo por otro, sino que “se cambió  un activo productivo por unos riesgos indescifrables”.   Las cartas quedan abiertas y el debate por la puja de Isagen solo deja en entredicho un problema que viene desde años atrás.