Tras casi ocho meses de la adopción del euro, el debate sobre la utilización del dólar como moneda oficial en países distintos a Estados Unidos ha subido en intensidad. La semana anterior varios senadores estadounidenses apoyaron esta alternativa para las volátiles economías de Latinoamérica, al argumentar que la adopción del dólar ayudaría a sobrepasar obstáculos importantes en el comercio entre su país y sus vecinos del sur, como lo son la inestabilidad financiera y los costos adicionales que aparecen al cambiar de moneda. También piensan que acabaría con una de las mayores barreras para el desarrollo de las economías de Latinoamérica: su susceptibilidad a las fluctuaciones de la tasa de cambio. Según Warren Bailey, profesor de economía en Cornell, hay muchos aspectos positivos de la dolarización. Pero dada la responsabilidad de Estados Unidos en el bienestar de las naciones que adopten su moneda se debería permitir la participación de éstas en las decisiones de la Reserva Federal.