En el debate realizado en el Congreso al proceso de paz con las autodefensas, el senador Álvaro García llamó la atención de todos, no sólo por su pasional y deshilvanada defensa a las acusaciones de vínculos con la AUC, sino porque aceptó a todo pulmón que desde hace 10 años no habla en el Congreso. Muchos se preguntaron, entonces ¿cómo se ganó el sueldo? SEMANA consultó a varios periodistas que cubren Congreso e hizo una selección de otras figuras mudas. Algunos fueron grandes oradores y ya están cansados y otros prefieren el silencio. Ahora se justifican en la ley de bancadas, que establece voceros de partido, o en el viejo proverbio de que ‘en boca cerrada no entran moscas’. Está bien no hablar por hablar, ni abusar del protagonismo. Pero el Congreso es un parlamento y viene de ‘parlar’, es decir hablar.