Desde hace años se viene hablando del impacto que generan los pesticidas y agroquímicos para las poblaciones de abejas. De acuerdo con un nuevo estudio, la exposición de estos animales a un cóctel de este tipo de productos, aumenta su mortalidad, una situación subestimada por las autoridades encargadas de regular la comercialización de estos productos.

Así lo indica un estudio publicado en la revista científica Nature, el cual recoge decenas de investigaciones divulgadas durante los últimos 20 años. Se centra en las interacciones entre los agroquímicos, los parásitos y la desnutrición que afectan el comportamiento de estos insectos, clave para garantizar la seguridad alimentaria de los habitantes del planeta.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), las abejas polinizan 71 de las 100 especies cultivadas que proporcionan el 90 % de los alimentos del mundo. En los últimos años, el colapso de las poblaciones de insectos polinizadores, muy vulnerables a los pesticidas, genera alertas frente a las amenazas a la producción agrícola.

Los investigadores concluyeron que es probable que el efecto combinado de diferentes pesticidas y otros productos químicos sea mayor que la suma de los efectos de cada uno.

En Colombia en diferentes oportunidades se ha reportado la mortandad masiva de abejas. Foto: Archivo particular.

Estas “interacciones entre múltiples agroquímicos aumentan significativamente la mortalidad de las abejas”, señaló Harry Siviter, coautor del estudio, de la Universidad de Texas.

“Los reguladores deben considerar las interacciones entre los agroquímicos y otros factores ambientales estresantes antes de autorizar su uso”, dijo Siviter a la Agencia AFP.

Los resultados del estudio “muestran que el proceso regulatorio en su forma actual no protege a las abejas de las consecuencias indeseables de la exposición a múltiples niveles a los agroquímicos”.

Para los investigadores es claro que si no se generan cambios, habrá un “continuo declive de las abejas y de los servicios de polinización que brindan, en detrimento de los humanos y la salud de los ecosistemas”.

En 2019, los científicos advertían ya que casi la mitad de las especies de insectos del mundo están en peligro y un tercio podría extinguirse a finales de siglo.

Claves para ecosistemas y alimentos

Las abejas han sido categorizadas en el grupo de criaturas más laboriosas del planeta, transportan el polen de una flor a otra, posibilitando no solo la abundancia de frutas, frutos secos y semillas, sino también que haya más variedad y mejor calidad.

Polinizadores como las abejas, las aves y los murciélagos inciden en el 35 % de la producción agrícola mundial, elevando la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo, y de muchos medicamentos derivados de las plantas.

“El 75 % de los cultivos de todo el mundo que producen frutas o semillas para uso humano como alimento dependen, al menos en parte, de los polinizadores”, dice la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Las abejas son afectadas por pesticidas y agroquímicos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

A pesar de las amenazas que en el mundo están reduciendo el número de estos insectos, en Colombia la actividad apícola parece ser diferente. Según datos del Ministerio de Agricultura, entre 2012 y 2019, el número de colmenas en el territorio nacional, pasó de 88.111 a 135.117, lo que representa un crecimiento cercano a 53 % o de 6.000 colmenas anuales en promedio.

Para los expertos, para que el uso de insecticidas y agroquímicos no afecten a estos insectos, es necesario insistir en la coexistencia con los productores agropecuarios como la mejor fórmula para cuidar de las abejas. Por esta razón, la Cámara Procultivos de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), realiza una serie de talleres denominados CuidAgro, en los diferentes departamentos del país.

El objetivo de esta iniciativa es acercar a agricultores y apicultores para que, además de conocerse y saber si son vecinos, entiendan los beneficios mutuos que les puede traer la relación apicultura-agricultura al establecer protocolos que aseguren buenas prácticas.

Según indican en el sector, en el territorio nacional se ha evidenciado un crecimiento constante en la población de abejas y, por lo tanto, se deben tomar decisiones sobre la regulación del uso de agroquímico de manera responsable y soportada en estudios, cuidando de no desincentivar esta actividad agrícola ni estigmatizar la relación que se ha venido construyendo entre los agricultores y apicultores.

*Con información de AFP