La necesidad de adelantar procesos de restauración, preservación y mitigación de ecosistemas estratégicos ubicados en áreas de importancia ambiental en el Tolima, motivó a los campesinos de diversas partes del este departamento a trabajar en defensa de esos territorios.
Nolberto Fernández es un habitante del Cañón de las Hermosas, uno de los lugares más emblemáticos de esta región. Su predio está ubicado en la vereda el Escobal, del sector Tequendama. Para llegar allí es necesario tomar camino veredal desde el municipio de Chaparral, el cual se encuentra a dos horas y media en carro y luego ir a caballo hora y media más.
Su propiedad está ubicada en una zona estratégica de gran importancia ambiental con potencial de conectividad eco sistémica. A 2.411 metros sobre el nivel del mar, es lugar de nacimiento de dos quebradas que surten la cuenca del río Amoyá, la cual pertenece la subcuenca del Río San Jorge, que a su vez abastece el acueducto del municipio Chaparral.
Fernández es uno de los beneficiarios del programa +Verde PSA, que quiere trabajar en la restauración de los ecosistemas que fueron afectados durante años por el conflicto armado. Allí se generó una gran afectación por los cultivos ilícitos y del gran trabajo que deberá realizar es de concientización en cuestiones de preservación y conservación del ambiente.
En el predio de Nolberto Fernández hace unos años había sembrados cultivos ilícitos de amapola y ahora alberga al batallón de desminado humanitario, que trabaja para limpiar la región de las minas antipersonal.
Protección de especies
Uno de los objetivos fundamentales del proyecto PSA, + Verde Pago por Servicios Ambientales es la restauración y preservación de ecosistemas clave no solo para la región, sino para el país.
La iniciativa se implementará en cuatros zonas estratégicas: Ibagué (Cañón del Combeima), Cajamarca (Parque Natural Regional Anaime Chili Barragán), Planadas (Bilbao) y Chaparral (Cañón de las Hermosas), según lo informó la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima).
Estas áreas son relevantes pues allí se encuentran especies de flora y fauna que son únicas de la región, pero también otras que pueden estar en riesgo. Por ejemplo, en el Cañón del Combeima en Ibagué, hace presencia el oso de anteojos y aves endémicas como: tucanes, el barranquero y tangaras. En cuanto a la flora, en Anaime, en Cajamarca, está la palma de cera, el árbol nacional del Colombia.
Allí se registran diferentes problemáticas, pero dos de las más marcadas son la expansión de la frontera agropecuaria y la presión antrópica.
Las acciones que se desarrollen dentro del programa, se realizarán dependiendo de cada predio. En algunos de ellos se trabajará en preservación y en otros, en restauración.
La restauración con siembra de árboles se realizará en aquellos terrenos en donde se registra expansión de la frontera agropecuaria, mientras que en los que cuentan con bosques y nacimientos de agua la estrategia de centrará en preservar.
Servicios ambientales
El proyecto es un incentivo económico en dinero o en especie que reconoce el trabajo de los propietarios, poseedores u ocupantes que trabajen en las acciones de preservación y restauración en ecosistemas estratégicos, mediante la celebración de acuerdos voluntarios con la autoridad ambiental.
Este programa se desarrollará durante los tres próximos años, durante la vigencia del programa Siembra Tu Futuro. + Verde PSA está en la etapa de inicio. Por ahora, 114 familias serán beneficiarias de acuerdo con el diagnóstico realizado en el Cañón del Combeima y 36 más están en estudio. En las demás zonas están en proceso de caracterización.
“Estos pagos son unos incentivos por su trabajo y dedicación frente a la conservación y preservación de nuestros recursos naturales, pero especialmente del agua. Los bosques son fundamentales para garantizar el agua y hay una cosa muy importante que plantearon y es el futuro, son la garantía de que los servicios eco sistémicos existan en el futuro para los niños y las niñas, de esta generación y las futuras”, enfatizó la directora de la autoridad ambiental, Olga Lucia Alfonso.
Huellas esperanzadoras
Precisamente, con respecto a la importancia de las especies, Cortolima informó que durante un recorrido en comisión conjunta con el Parque Nacional de los Nevados, se hallaron marcas de un oso andino en la zona más alta del departamento.
Hace cerca de 50 años la comunidad de este sector no tenía registro de la presencia de estos ejemplares en su territorio, los cuales cumplen un rol clave en el equilibrio de los ecosistemas. Así lo aseguró Hermes David Juez, biólogo de la entidad, quien encontró los rasguños de esta especie en una zona boscosa de alta montaña, lugar donde se creía que ésta especie estaba extinta.
“Cerca de 140 osos andinos se encuentran en nuestro departamento y poder obtener evidencia de que existen más de ellos en otros sectores, nos llena de esperanza y motivación para continuar trabajando en la preservación de la fauna la cual constantemente se ve amenazada por la cacería, deforestación y la contaminación de los bosques y páramos”, aseguró el experto.