Desde hace varios meses la Superintendencia de Industria y Comercio viene investigando a los molineros de arroz para determinar si hubo acuerdos de precios o no, que terminaron en un alza de más del 30 % en el precio de este cereal a comienzos del año. La entidad decidió este martes que va imponer sanciones, hecho que tiene preocupados a los empresarios del sector que en las últimas semanas han sacado avisos en varios medios de comunicación para informar sobre sus programas de responsabilidad social y sus compromisos por el país. Compañías como arroz Roa y Florhuila -dos de los principales molineros y que manejan una alta cuota de mercado- están en la mira debido al elevado incremento en el precio, que produjo preocupación entre los consumidores colombianos. Este producto es uno de los principales de la canasta familiar, y que mayor demanda tiene en el país. Como parte de las medidas que tomó la SIC, ordenó este martes a Roa y Florhuila pagar una multa de 33.800 millones de pesos por influenciación de los precios de venta de arroz blanco al consumidor final. De acuerdo con la Superintedencia la influenciación de los precios consistió en obligar a distribuidores y comercializadores de arroz blanco, a no trasladar al consumidor final los descuentos que les otorgaban Roa y Florhuila, y de esa forma controlar artificialmente los precios de su arroz. Para hacer que se cumplieran sus instrucciones respecto de la influenciación de los precios, ambos molineros advertían represalias comerciales para distribuidores y comercializadores, tales como la terminación o suspensión de los suministros de arroz por un período de tiempo. Las personas naturales y jurídicas sancionadas por el caso son: Roa Florhuila S. A, Anibal Roa Villamil, Hernando Rodríguez Rodríguez, Edgar Gaviria herrera  y Pablo Julio Gutiérrez Uribe por violaciones al régimen de protección de la libre competencia al haber influenciado a otros agentes del mercado. Pero esta no es la única investigación que hay contra un sector muy concentrado y que es manejado por unos pocos actores. Desde hace un par de años la SIC viene investigando a varias compañías por la misma razón. Ya la entidad ha impuesto duras sanciones a empresarios que se han 'caramelizado' o acordado precios, como es el caso de los pañales, el papel higiénico y los cuadernos escolares, entre otros.