La tarjeta profesional es un documento que certifica que una persona está capacitada para realizar ciertas labores y responsabilidades que pueden variar dependiendo de la carrera estudiada o la rama de su especialización.El debate sobre su idoneidad se ha dado en varias ocasiones porque muchos consideran que con el título profesional esto sería más que suficiente y la tarjeta profesional puede convertirse en un obstáculo para las aspiraciones profesionales de los jóvenes. Además los hace incurrir en un costo adicional.

Por otro lado, están quienes consideran que este es un mecanismo indispensable para regular y controlar la calidad de los profesionales, dependiendo de cada profesión o gremio. A través de consejos profesionales, comités, gremios y otras entidades se determina quiénes tienen las capacidades para ejercer su labor.La tarjeta profesional también se ha convertido en un negocio muy rentable. Son varios los gremios y asociaciones que actualmente se dedican a esta labor y sostienen su trabajo a partir de los pagos que realizan cada profesional para obtener su certificado.En el caso de los ingenieros, por ejemplo, un estudiante recién graduado deberá remitir sus documentos al Consejo Profesional Nacional de Ingeniería y tendrá que pagar 432.000 pesos. Un diseñador industrial tiene que registrarse en el Ministerio del Comercio y pagar 438.901 pesos por este certificado. Y así las demás profesiones a las que aplica este documento.

Con este panorama, los congresistas Juan Luis Castro de la Alianza Verde y Juan Fernando Reyes Kuri del Partido Liberal radicaron un proyecto que busca acabar con la tarjeta profesional en la mayoría de profesiones porque consideran que “las tarjetas profesionales hoy no tienen valor agregado”.“Quien se gradúa de cualquier carrera, técnico o tecnólogo en el país, además de cumplir con los requisitos requeridos para obtener su título, debe solicitar una tarjeta habilitante que certifica lo que ya había certificado el diploma obtenido", argumentan los congresistas.

Con el fin de eliminar este modelo, lo que proponen los parlamentarios es crear un Sistema Único de Registro de Profesiones que haga las veces de la tarjeta profesional, el cual tendrá ciertas características y requisitos.Según los congresistas, con esto se facilitará el trámite que tienen que hacer los ciudadanos con respecto a su profesión y los requisitos laborales. Además, se puede llegar a fortalecer la vigilancia y el control por parte del Ministerio de Educación y se reducen los riesgos de corrupción y falsificación de títulos, generando así mayores oportunidades para el primer empleo.

Este Sistema Único de Registro será una plataforma virtual de libre consulta que será alimentada con la información que brinden las instituciones de educación superior. Allí cada profesional deberá registrar sus datos personales, títulos obtenidos, las instituciones de educación superior en las que estudió, las fechas de grado y las correspondientes actas.Para acreditar los estudios y la profesión, las personas entonces ya no necesitarían de una tarjeta profesional, sino que simplemente deberán estar registrados en la plataforma y posteriormente en caso de requerirse un certificado, se hará la verificación correspondiente en el Sistema Único de Registro.La propuesta hasta ahora empieza a sonar pero se sabe que puede causar la oposición de las entidades que se encargan de emitir las tarjetas profesionales y que llevan años en esta labor no solo de expedición sino de veeduría.Al respecto, los congresistas mencionan en el proyecto que su objetivo no es acabar con estas instituciones sino que incluso se verán fortalecidas.

“Los colegios de cada profesión seguirán intactos. Continuarán con su labor de control sobre los profesionales de cada rama e incluso, fortalecerán su ejercicio ya que la información de sanciones en el ejercicio de la profesión de cada ciudadano deberá ser igualmente consignada en el Sistema Único de Registro”, comentan en la propuesta.Cabe resaltar que actualmente no todas las profesiones necesitan tarjeta profesional. Sin embargo, este es un debate que se ha dado en varias ocasiones y que siempre genera discusiones de fondo sobre su pertinencia y cuál sería el mejor mecanismo para regular y controlar la calidad de los profesionales de las distintas ramas y sus especialidades.Algunas de las profesiones que hoy requieren tarjeta profesional son en su mayoría carreras administrativas, de ingeniería, algunas ciencias sociales y naturales, economía, educación veterinaria, bibliotecología, archivística, contaduría, derecho, medicina, psicología, nutrición, entre otras.El proyecto, sin embargo, estipula que dejaría la tarjeta profesional para profesiones de alto impacto social como los abogados y las profesiones u oficios relacionados a talento humano en salud y contadores públicos.Controversia con la Ley 100 en Colombia en tiempos de pandemia | Vicky en Semana: