Es tal el nivel de inseguridad en las principales capitales del país que a simple vista la mejor alternativa para evitar el hurto de un vehículo es no tenerlo. Las estadísticas más recientes confirman que la situación es tan alarmante que hace de Colombia el paraíso de los ladrones de automóviles y de los asaltantes de vehículos de carga. Tan solo en Bogotá, y hasta septiembre del año pasado, fueron robados 4.573 carros, de los cuales 55 por ciento fueron 'halados', 39 por ciento producto de atracos y el 6 por ciento restante resultado del suministro de sustancias tóxicas (comúnmente escopolamina) a las víctimas..Según estadísticas nacionales recientes de la Dijin, en 1998 se reportó el robo de 30.126 vehículos (incluyendo particulares, de servicio público y de carga), o sea un incremento de 3,7 por ciento frente a 1997 y equivale a 1,5 por ciento del parque automotor del país. Menos del 35 por ciento se encontraban asegurados, lo cual supone cuantiosas pérdidas para los propietarios del 65 por ciento que no tenía cobertura.En lo referente a los vehículos de carga y de reparto de mercancías la situación es igual de grave. Estos no solo son robados sino que en muchos casos son víctimas de piratería terrestre entre ciudades y puertos o asaltados en sus recorridos urbanos a plena luz del día. Según cálculos de SEMANA basados en cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, en la capital se produjeron más de 900 asaltos a vehículos de reparto en 1998, que ocasionaron pérdidas a sus propietarios por más de 600 millones de pesos. Como manifestó el propietario de una empresa comercializadora, "los vehículos de mi empresa son constantemente asaltados a plena luz del día en distintos puntos de la ciudad. Gracias a la reducción en el costo de asegurar la mercancía nuestras pérdidas monetarias se han reducido pero el impacto sicológico negativo en nuestros conductores es irreversible". Sin duda uno de los factores que minan la competitividad de los productos colombianos en el exterior es el costo de transporte a los puertos, y un componente considerable es el aseguramiento de la mercancía o la contratación de flotillas privadas de vigilancia.No todo está perdidoNo solo los delincuentes dedicados al robo y asalto de vehículos se han sofisticado en su modus operandi. También lo han hecho las empresas dedicadas a prestar servicios de protección para contrarrestar el flagelo. En Colombia son varias las compañías que se encuentran en el mercado de protección automotriz, de las cuales merecen destacarse dos por el nivel de sofisticación y efectividad de sus servicios.La primera es Lo Jack, que cumple en 1999 su quinto año de operaciones en el país. No es sorprendente que los clientes mayoritarios de esta empresa sean las aseguradoras _con el 70 por ciento de los equipos instalados hasta la fecha_, que solo en el primer semestre del año pasado desembolsaron más de 220.000 millones de pesos por siniestros automotores. Las compañías de seguros compran a Lo Jack los 'cazadores', que son dispositivos electrónicos instalados en lugares secretos de los vehículos _tan secretos que ni los mismos propietarios saben su ubicación_, los cuales son prestados a sus clientes. El costo del dispositivo es inferior a los gastos en que incurren las aseguradoras en caso de robo.Cuando el dueño o conductor de un vehículo que cuenta con el 'cazador' advierte el robo del mismo debe avisar de inmediato a la central de operaciones de Lo Jack a través de una central de bípers. Tan pronto se recibe el reporte se da aviso a las unidades de apoyo, que incluyen operarios en motos, camperos e incluso un helicóptero _para alcanzar lugares remotos o de difícil acceso_. Estas unidades cuentan con dispositivos que detectan con precisión la señal emitida por el vehículo robado e indican la distancia a la cual se encuentra y el tiempo que se demoraría el operario en alcanzarlo. La efectividad de este sistema _que la empresa calcula en 80 por ciento_ se ve reflejada en el récord de recuperaciones que ha logrado. Hasta la fecha se han recobrado 1.237 carros, sin incluir los casos en que debido a la detección de un vehículo equipado con el 'cazador' se han encontrado y desmantelado desguazaderos. El valor de las recuperaciones a la fecha supera los 46.000 millones de pesos.Otro sistema que parece 'importado del futuro' es el ofrecido por Red Hawk Móvil. Esta empresa, que inició operaciones en el país hace cuatro meses, ofrece unos dispositivos de posicionamiento global conocidos como GPS (Global Positioning System), usados también en aviones y barcos. Estos sofisticados aparatos _que se asemejan a la caja negra de un avión_ cuentan con dos antenas. La primera de ellas recibe señales emitidas por una red satelital, que son transformadas en una ecuación de tiempo, velocidad y distancia. La información recibida por el GPS es transmitida por la segunda antena _un módem de comunicaciones_ a la central de operaciones de Red Hawk, donde las coordenadas son decodificadas, permitiendo ver en un mapa la ubicación exacta del vehículo _con calles y carreras_ así como la ruta seguida por el mismo y los tiempos empleados en cada una de sus paradas (ver gráfica). Las posibilidades ofrecidas por este sistema son ilimitadas. Además del GPS los vehículos son dotados con botones de pánico, los cuales permiten al conductor avisar de un atraco pero que en el futuro podrán ser empleados para informar de un fallo mecánico del carro o de una emergencia médica. Adicionalmente Red Hawk tiene la capacidad de apagar el motor del vehículo cuando éste se sale de la zona preestablecida, y de programar incluso la velocidad a la cual debe estar desplazándose en el momento de su inmovilización. Para las empresas transportadoras de valores el sistema ofrecido por Red Hawk puede incluir la programación de apertura de las escotillas de sus vehículos cuando éstos alcanzan sus destinos por medio de electroimanes. De esta manera, en caso de atraco, resulta imposible acceder a la mercancía transportada en el interior del vehículo aun cuando se diera complicidad por parte de sus ocupantes.Pero quizá la aplicación más interesante del sistema Red Hawk consiste en la posibilidad de monitorear permanentemente el recorrido de los vehículos de reparto o de los automóviles particulares. Con monitores instalados en las empresas el usuario puede ver el recorrido que siguen sus choferes y detectar cualquier irregularidad que se presente. De esta manera es imposible que un conductor engañe a la empresa en cuanto a sus actividades del día, lo cual representa significativos ahorros de tiempo y dinero. La acogida que está teniendo este sistema en el país se demuestra en el interés mostrado por las compañías aseguradoras, que no escatiman esfuerzos para minimizar los costos de los siniestros que deben cubrir.Si bien el robo de vehículos no va a desaparecer de la noche a la mañana, esta actividad se verá seriamente afectada por la aparición de las más recientes tecnologías. Pero su efectividad no depende exclusivamente de los sofisticados aparatos que emplean, requiere además una estrecha coordinación con las autoridades policiales y judiciales, así como la colaboración de los ciudadanos, que al comprar repuestos y vehículos robados legitiman el delito.