La pandemia del coronavirus fue el detonante de una gran crisis social y económica. Sin embargo, en ese marco también hubo sectores tecnológicos en ciernes que aparecieron como dinamizadores del mercado. Este es el caso de las paytech, un método de pagos que se apoya en la tecnología de la información para llevar a cabo transferencia de valor, es decir, de dinero.

En ese sentido, las paytech se presentan como una herramienta óptima para gestionar las transacciones B2B (intercambios comerciales entre empresas) o las B2C (comercio entre empresas y consumidor). Además, los pagos digitales también agilizan el sistema financiero en varios sentidos.

Gabriele Zuliani, VP sénior de desarrollo de mercado de Kushki en LATAM, apuntó que las compañías paytech pueden funcionar como un complemento para la banca tradicional. Eso es fundamental si se tiene en cuenta que muchas pequeñas y medianas empresas (Pymes) están considerando pasarse a proveedores alternativos de paytech tras sentirse ignoradas por las grandes cuentas corporativas.

Pese a que el segmento de mercado de las Pymes tiene un valor superior a los 850.000 millones de dólares en el planeta, dichas empresas a menudo se sienten olvidadas por el sector bancario tradicional, de acuerdo a los datos del Informe Mundial de Pagos 2022 del Instituto de Investigación Capgemini.

Las Pymes pueden tener problemas de flujo de caja, riesgos de ciberseguridad, falta de liquidez e ineficiencias operativas que alimentan el descontento con los proveedores de servicios de pago tradicionales. Debido a ese vacío, el 89% de las Pymes sondeadas se plantearían un cambio a una alternativa más flexible de paytech.

“Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral del crecimiento económico mundial, ya que contribuyen a la mitad del PIB y del empleo del mundo. Y, sin embargo, son algunas de las más afectadas por la reciente volatilidad del mercado”, dijo Jeroen Hölscher, responsable global del área de pagos y tarjetas de Capgemini. “Los bancos y proveedores de servicios de pago deben reajustar sus prioridades para captar este valor aún sin explorar a través de servicios de pago innovadores y experienciales”, añadió Hölscher.

Ahora bien, la presencia de las paytech en el mercado no va en detrimento de la banca, por el contrario, se convierten en un respaldo que permite robustecer las transacciones.

Otra de las bondades de las paytech en la región es que sirven para desarrollar nuevas infraestructuras de pago para las empresas que apenas ingresan en el e-commers. En America Latina, más de tres cuartas partes de la población tiene un smartphone, algo que facilita las ventas y las compras dentro del comercio digital.

Cabe destacar que un informe de Americas Market Intelligence remarcó que a nivel regional, las billeteras digitales aumentaron notablemente su alcance en los últimos cinco años. En 2017, la penetración de estos servicios financieros era del 30%, ahora es del 80% en los mercados más grandes. En Colombia, Brasil y Argentina la presencia de estos servicios es cercana al 100% de la población adulta.

Finalmente, compañías como Kushki son el ejemplo de cómo las paytech han impulsado el empleo. Para comienzos de 2021, esta compañía surgida en Ecuador empleaba a más de 100 personas. Actualmente, su equipo se compone de unos 700 profesionales en toda la región.

Un estudio desarrollado por Finnovista en conjunto con Mercado Pago subrayó que en Latinoamérica operan 601 empresas paytech (fintech de pagos), 491 lendingtech (fintech de préstamos), 222 wealthtech (fintech de inversiones) y 210 insurtech (fintech de seguros).

En ese contexto, entre las cuatro categorías arriba citadas, las paytech abarcan el 39% de las empresas que ofrecen servicios de tecnología financiera en Latam, una cifra que permite entender su rápida progresión.