El cargador es un aparato tan esencial como el mismo teléfono o dispositivo móvil, pues en cualquier momento se puede agotar la batería y será necesario conectarlo para poder utilizar el teléfono o la tableta.

Aunque cada aparato trae su propio cable y adaptador, en muchas ocasiones se recurre a pedir prestado uno de estos para revivir el dispositivo, práctica que no es recomendada, pues los diferentes fabricantes los diseñan con condiciones para que funcionen a la perfección con los aparatos de su propia marca.

Este tipo de prácticas pueden provocar que cuando el teléfono o la tableta están conectados a la pared, el cargador se sobrecaliente, algo que puede resultar riesgoso tanto para los dispositivos como para el entorno en el que se encuentran, pues se puede generar un corto por el calor excesivo y terminar generándose un incendio.

uno de los consejos más útiles es utilizar los cargadores diseñados para cada modelo de teléfono o tableta. | Foto: Jakub Porzycki/NurPhoto

¿Por qué se recalientan los cargadores?

La principal razón es porque el cable y adaptador que se están utilizando no son compatibles con el celular; los fabricantes tienen en cuenta la cantidad de energía que necesitan las baterías de sus dispositivos, por lo que lógicamente no tendrán en cuenta las especificaciones de modelos de otras marcas, razón por la que se puede presentar un calor excesivo tanto en el teléfono como en el cargador.

En ocasiones, estos aparatos no proporcionan la cantidad de energía que requiere un teléfono, por lo que se verán forzados a trabajar mucho más duro para satisfacer la necesidad, lo que puede llevar a sobrecalentamiento.

Entornos muy calientes

Cuando se viaja a lugares con climas cálidos, es mejor cargar el celular en un lugar donde el sol no caiga directamente, pues, en ocasiones, se deja al aire libre y expuesto, lo que aumenta la temperatura no solo del celular sino del cargador, resultando bastante dañino para ambos aparatos.

Las consecuencias pueden ser nefastas, ya que se pueden derretir componentes esenciales para el funcionamiento de ambas partes y hasta se pueden llegar a presentar cortocircuitos, lo que puede desencadenar en un incendio.

El consejo es taparlo, dejarlo sobre un lugar ventilado lejos de los rayos solares y colocarlo en una superficie que disipe el calor que se genera en el proceso de carga.

El uso de cargadores piratas pueden dañar el teléfono | Foto: Bing Image Creator

Cargador dañado

El recalentamiento del cargador o del dispositivo pueden ser una señal de alerta sobre el estado de salud del cable o el adaptador que se conecta a la pared. Este síntoma pueden indicar que estos están dañados y pueden estar afectando la vida útil de la batería del teléfono y del propio dispositivo móvil, por lo que es necesario cambiarlos para no seguir afectándolos.

Cabe señalar que hay que utilizar aparatos certificados por las marcas fabricantes, pues algunos que pueden parecer llamativos por sus precios pueden tener consecuencias nefastas para el usuario, y sus pertenencias.

Teléfono dañado

Así cómo el cargador puede estar dañado, su temperatura excesiva y la del teléfono pueden ser indicios de que el móvil tiene alguna falla que no permite que la energía llegue de forma correcta a la batería. Habrá que revisar ambas partes (teléfono y batería) y así evitar que el exceso de energía siga generando recalentamiento de estas partes y terminen por dañarse.

El uso de cargadores piratas puede causar que un celular explote | Foto: Bing Image Creator

¿Cómo evitar que se recaliente el cargador y afecte la vida del celular?

Las recomendaciones son sencillas e implican tener cuidado y atención a las señales que el cargador y el teléfono puedan estar enviando.

Lo primero que hay que hacer es que se deben utilizar los elementos propios del teléfono o tableta, es decir, no acudir a cables y adaptadores de otras marcas. Así mismo, realizar la carga en lugares ventilados, utilizar extensiones que regulen la energía, no dejar cargando su dispositivo durante toda la noche, desconectar el aparato de la pared si no se va a suministrar energía, no doblar los cables y cambiarlo si el recalentamiento comienza a ser frecuente.