Los gobiernos de Cuba y Venezuela están indignados por la absolución de Luis Posada Carriles, un exagente de la CIA que participó en los atentados terroristas contra instalaciones turísticas de La Habana en 1997 y  fue el responsable de la voladura de un avión cubano de pasajeros en 1976. A pesar de que había confesado públicamente su participación en los ataques de La Habana, Posada Carriles, de 83 años, solamente estaba siendo procesado por perjurio y fraude migratorio en Estados Unidos. Esta semana, sin embargo, el gobierno norteamericano lo absolvió de todos los cargos y lo dejó en libertad, lo que ha generado fuertes reacciones de las familias de las víctimas. La Cancillería cubana emitió un comunicado en el que rechazó el fallo y lo calificó como una "vergüenza", mientras Venezuela reiteró su solicitud de extradición.