Los jóvenes recuperaron la libertad luego de que su padre pagara, al grupo subversivo, una suma de dinero no precisada por su liberación. Sebastián y Jaime Felipe, de 20 y 18 años respectivamente, fueron secuestrados con su madre, la representante a la Cámara electa Gloria Polanco, el 27 de julio de 2001 en el edificio Miraflores de Neiva (Huila), junto con 13 personas más. La liberación se llevó a cabo en San Vicente del Caguán, antigua zona del proceso de paz del Gobierno del presidente Andrés Pastrana y las Farc. Allí descansaron durante varias horas para luego ser trasladados a reunirse con su padre y su hermano Daniel padre y su hermano Daniel en Neiva.