En esta época donde las redes sociales y la tecnología se han convertido en parte indispensable de nuestro diario vivir y hemos establecido una completa desconexión con nuestro planeta, en las inmediaciones de Bogotá se puede encontrar la mejor conexión (sin wifi) con la naturaleza, el medioambiente y el universo. La Casita Feliz es un proyecto ambiental a través del cual se busca educar, defender, preservar y restaurar uno de los lugares más emblemáticos de Colombia como es el páramo de Sumapaz. Son más de 100 hectáreas de frailejón, lo que lo convierte en una fábrica de agua y fuente de vida.En este territorio invisible durante tanto tiempo para los colombianos, Gonzalo Sánchez lidera el proyecto de la Casita Feliz, que es la gran posibilidad no solo de promover el turismo responsable y sostenible sino de vincular a los visitantes en la preservación, que durante años ha estado en manos de la comunidad que allí habita y de esta forma dar protagonismo a aquellos que han sido los guardianes de este mágico lugar.