El artículo 'Crucificado por sus palabras' (SEMANA #1.095) muestra la posición del padre Alfonso Llano y la del cardenal Pedro Rubiano. Tal vez había que darle más importancia al papel del teólogo quien revisaba los artículos del primero. La solución de la dificultad no sería que el padre Llano dejara de escribir, sino que el superior nombrara a otro teólogo con los ojos más abiertos.