El hábitat natural del expresidente Álvaro Uribe Vélez es Twitter. Desde su cuenta, que alcanza 4,8 millones de seguidores, el líder del Centro Democrático se acostumbró a sentar posición, colgar ruedas de prensa, lanzar señalamientos en contra de sus contradictores y opinar sobre los temas que le interesan.
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Este fin de semana el Gobierno anunció desde La Habana un nuevo acuerdo para la terminación del conflicto con las FARC, luego de haber recibido unas 500 propuestas de los representantes del No. Uribe inmediatamente reaccionó pidiéndole al presidente Juan Manuel Santos que no tomara dicho texto como definitivo.
El expresidente invocó varias razones para su petición. Entre ellas, no tener el suficiente tiempo para que distintas vertientes del No y víctimas analizaran el texto de más de 300 páginas. Pero sobre todo, porque desde el Centro Democrático estuvo rondando la palabra "conejo", que se refería a un posible escenario en el que ni las FARC ni el Gobierno tuvieran en cuenta las peticiones del uribismo.
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Aunque los argumentos de Uribe son más de fondo, las redes reventaron con un hashtag no muy amable para el líder del Centro Democrático: #UribeNoJodaMás. Para los uribistas el mensaje puede no hacer justicia a la perseverancia con la que el expresidente se ha tomado la discusión de los detalles mínimos de los acuerdos. Pero está demostrado que en Twitter, el escenario en el que Uribe se mueve como pez en el agua, nadie perdona.
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