Cada vez que en el Senado se pactan debates sobre el proceso de paz con las FARC, Álvaro Uribe es consciente de que tendrá una jornada agitada. No es para menos. Él es el principal opositor a la forma como se está negociando en La Habana. Y como buen político sabe que esos debates, por lo general se vuelven en su contra.   El de este martes en el Senado era uno de esos. Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, dos de los negociadores del gobierno en la isla, fueron citados a explicar los alcances del acuerdo de justicia transicional. Y se invitó al procurador general Alejandro Ordóñez. De antemano se sabía que Uribe y el procurador serían los encargados de lanzar las más feroces críticas al histórico acuerdo del pasado 23 de septiembre en La Habana.   Por eso Uribe quiso llegar muy temprano a la plenaria del Senado. Salió de su despacho envuelto entre una decena de personas que habían pedido una cita, si quiera un par de minutos para hablar con el jefe del Centro Democrático. Alcanzó a grabar un par de videos manifestando su apoyo a candidatos, y bajó sin atender a nadie más. Minutos antes, Sergio Jaramillo y Roy Barreras habían esquivado esa pequeña multitud. El alto comisionado de paz y Uribe, que estuvieron a pocos segundos de cruzarse en el camino, terminaron siendo los protagonistas del enfrentamiento más duro que se registró en el debate.   No pasó la primera hora cuando Uribe ya había pedido la palabra. Lo hizo para replicar a la senadora Claudia López, la primera que pareció ‘tocarle los costados’. Dijo que ojalá los sitios de reclusión para las FARC no se conviertan en “otro Santafé de Relajito”. Hacía una metáfora de Santafé de Ralito, Córdoba, donde se hizo la negociación entre el gobierno Uribe y las Autodefensas. Lo de Ralito “no fue una pachanga”, respondió Uribe.   La segunda vez que le dieron la palabra fue para exponer los argumentos que había preparado para el debate. Lo hizo después del discurso del procurador Ordóñez, quien lanzó tan duras críticas al acuerdo entre el gobierno y las FARC, que su paisano Horacio Serpa lo calificó de “hostil”. La atención se la había llevado el cruce de preguntas y respuestas entre el jefe del Ministerio Público y Humberto de la Calle, por lo que el discurso de Uribe parecía relegado a un segundo plano.   Pero el comisionado Jaramillo tomó atenta nota. Y pidió la palabra para hacerle reparos al expresidente. Uribe defendió la ley de Justicia y Paz de su gobierno como una ley de sometimiento a la justicia para todos los actores del conflicto: paramilitares y guerrilla. Tanto así que en su gobierno, dijo Uribe, 18.000 guerrilleros se sometieron a la ley de Justicia y Paz.   Sergio Jaramillo, quien trabajó como viceministro de Defensa de Juan Manuel Santos entre el 2006 y 2009, durante el segundo gobierno de Uribe que empezó a aplicar la ley de Justicia y Paz, le dijo a quien fuera su jefe que no era cierto que 18.000 guerrilleros se hubieran sometido a esa ley. Por el contrario, afirmó que fueron amnistiados sin ninguna condición por el Gobierno.   “Yo le sugiero que con el espíritu que usted siempre ha tenido, argumentemos sobre la base de la verdad. Y usted dice presidente Uribe que 18.000 miembros de las FARC entraron a la Ley de Justicia y Paz. Y usted sabe que eso no es cierto. Lo cierto es que 18.000 fueron indultados sin ninguna condición por su Gobierno. A Justicia y Paz no entraron más de 350 integrantes de las FARC”, dijo Jaramillo.   Con esa afirmación, Jaramillo precipitó a Uribe a levantar por tercera vez la mano. Uribe llevaba una noche calmada, hasta este momento.   “Usted me conoció a mi ocho años y no me conoció a mi mintiendo. No le acepto que me diga mentiroso. Usted sabe que en las estadísticas del ministerio de Defensa que ustedes me las pasaban a mí, aparecieron desmovilizados 18.000 integrantes de las guerrillas. La Ley de Justicia y Paz tenía un hilo conductor que era no llevar a la cárcel al guerrillero raso…”.   El tono que agarró la discusión está en este audio   ¿Quién tendrá la razón? Uribe explicó que le sustenta en cifras oficiales del ministerio de Defensa, cifras elaboradas por el propio Jaramillo. El comisionado de paz también tiene el conocimiento para decir que en el anterior gobierno se amnistiaron 18.000 guerrilleros.   Serpa cerró el debate y le dijo a Uribe “esta noche lo vi con una claridad y tranquilidad que me llenó de satisfacción”, pero lo cierto es que fue un antiguo funcionario de su gobierno el que terminó por alterarlo.