LA SEMANA PAsada un grupo de científicos dio a conocer una investigacion que podria convertirse en la esperanza para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Se trata de una vacuna que impediría la formación de depósitos de una proteína pegajosa llamada amiloide, que se encuentra con mucha frecuencia en el cerebro de estos pacientes. Al parecer, dichos depósitos serían los causantes de la muerte de las neuronas.En el estudio, publicado en la más reciente edición de la revista Nature, la vacuna logró prevenir la creación y también la reducción de estas placas en ratones que fueron manipulados genéticamente para producir grandes cantidades de amiloide.La idea del estudio, dirigido por el médico Dale Schenck, de Elan Corporation, era tratar de engañar el sistema inmunológico de los ratones para que reconocieran a la proteína amiloide como una sustancia foránea que debía ser atacada. En una de las pruebas inoculó ratones sanos con la proteína y una sustancia que excitaba el sistema inmune. Después de un año, el científico disecó el cerebro de los ratones y no halló una sola placa en aquellos que estaban sanos, mientras que a los que no se les inyectó la sustancia se les encontró mucho de estos depósitos.Entusiasmado por los resultados, el experto decidió hacer el mismo experimento pero en ratones que ya tenían estas placas. Schenck constató que la vacuna detenía la acumulación de esta proteína y mejoraba el estado de las neuronas dañadas, al mismo tiempo que reducía la inflamación de los tejidos aledaños.A pesar de estos resultados hay quienes piensan que la vacuna podría no funcionar en los humanos. Una de las razones es que aún no se sabe con precisión si las placas de amiloide son un síntoma o la causa de la enfermedad. Algunos expertos piensan que la patología primaria del Alzheimer se manifiesta en proteínas enredadas dentro de las celulas del cerebro que tienen la apariencia de un cable retorcido. Como los ratones no desarrollan esta maraña no se sabe com se comportaria la misma vacuna en los seres humanos.Ademas a los ratones en el estudio les fue implantado un gen mutado que favorece la proliferación de amiloide, pero esrta mutación es encontrada en solo parte de los pacientes de Alzheimer, es decir, en los casos familiares o hereditarios. En la forma esporádica del mal, que es la más común, el organismo no produce cantidades descomunales de amiloide sino que tiene problemas para expulsarlo del cuerpo.Para saber si funciona, Schenck realizará estudios clínicos con pacientes una vez desarrolle una versión segura de la sustancia que permita suministrarla a personas.Pero aún si los futuros resultados son negativos, muchos creen que la ciencia dio un paso adelante con esta investigación. La sola idea de utilizar vacunas para prevenir los depósitos de proteínas es muy novedosa y podría ayudar al tratamiento de esta y otras enfermedades como la de Creutzfeldt-Jacob, relacionada con el síndrome de las vacas locas y el mieloma, una forma de cáncer en los huesos. Mal sin cura La enfermedad de Alzheimer afecta a millones de personas n el mundo, especialmente a uienes tienen más de 60 años. Quienes la padecen sufren un deterioro lento de sus capacidades mentales, desde el olvido hasta la demencia y mueren entre cinco a 10 años después de hacerse el diagnóstico. Hasta el momento no existe una cura disponible y el tratamiento solo busca aliviar los síntomas de este mal. Por eso la importancia de las investigaciones en este campo.