Poco a poco Venezuela comienza a volver a la normalidad después de casi una semana de apagones y fallas en el suminitro de agua en buena parte del país, que generó un caos en la economía y en la vida diaria de los ciudadanos. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, aseguró este miércoles que el servicio ha sido restablecido prácticamente en toda Venezuela, incluida Caracas, aunque con "pequeñas fallas" en zonas donde hubo "sabotajes" a subestaciones tras el corte eléctrico. Por ello, el presidente Nicolás Maduro ordenó reanudar este jueves la jornada laboral, pero mantuvo la suspensión de clases por 24 horas más, señaló Rodríguez. Las áreas que siguen a oscuras seis días después del apagón se localizan en el oeste del país. En ese contexto, China, aliada de Maduro, ofreció este miércoles su ayuda para recuperar el servicio. El gobernante socialista anunció el martes que pediría ayuda también a Rusia e Irán para investigar lo que denuncia como "ataques" al sistema eléctrico dirigidos por Estados Unidos. Le puede interesar: Estas son las verdaderas causas del apagón en Venezuela Según la consultora Ecoanálitica, las pérdidas por el apagón ascendían "a 875 millones de dólares". La industria está paralizada y "para recuperar al país hay que buscar el apoyo de multilaterales y el sector petrolero", opinó el director de esa firma, Asdrúbal Oliveros. "Hay una paralización importante en muchas áreas críticas del sector petrolero. En ese punto podríamos perder 700.000 barriles diarios", señaló Ecoanalítica. Con la petrolera estatal PDVSA -fuente de 96% de los ingresos del país- en default y minada por la corrupción, la ya deprimida producción de crudo había caído de 3,2 millones de barriles en 2008 a cerca de un millón previo al apagón. La emergencia, que alcanzó a Caracas y 22 de los 23 estados de este país de 30 millones de habitantes, comenzó la tarde del jueves y no fue sino hasta el martes que Maduro aseguró que la luz estaba restablecida "casi en todo" el territorio. Maduro acusa a Washington de perpetrar "ataques cibernéticos" y "electromagnéticos" contra la hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la energía del país. El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 países, sostiene que el colapso se debe a la "negligencia" y "corrupción". "El desespero y la oscuridad lo provocan la dictadura", dice. Le sugerimos: De la crisis al colapso, así evoluciona la economía en Venezuela "Sin agua, sin luz, sin medicinas, sin dinero en efectivo ni transporte. Esto ha sido tremendo", declaró a la AFP Victoria Milano, de 40 años. Aunque en su casa ya tenía electricidad, teme que se vuelva a cortar.  En un país que ya sufre desde hace años por la escasez de alimentos, el apagón deja pérdidas por 5,5 millones de dólares a los productores de carne y lácteos, según la privada Fedenaga.  Desespero por el agua El problema mayor ahora es el agua. Largas filas se forman en torno a camiones cisterna dispuestos por el gobierno y alcaldías opositoras para su distribución, incluso en Caracas, donde el bombeo es irregular, si bien de antemano había racionamiento. Rodríguez sostuvo que ese servicio ha sido restablecido entre 70% y 80%. La ministra del Agua, Evelyen Vásquez, aseguró que es "complejo" establecer en cuánto tiempo se normalizará. "Comenzamos los bombeos y vamos avanzando progresivamente", dijo. Los hospitales han vivido situaciones dramáticas por el apagón. Según Guaidó, una veintena de pacientes murieron, mientras la ONG Codevida denuncia que fallecieron 15 enfermos renales por falta de diálisis. El gobierno niega que haya muertos. Vea también: Nacer, comer y vivir en la frontera "¿Cómo es posible que la maternidad no tenga planta eléctrica? Hemos usado ‘mechones‘ (lámparas de queroseno)", se quejó Milano de las condiciones del hospital donde trabaja, en Caracas. El país está a media marcha por el cierre de negocios y bancos, mientras el transporte público, ya de por sí deficitario, es muy escaso. "Del sábado para acá fue una sola comida por día. En las noches, un pocillo de avena y ya. Hoy no tenemos nada", dijo Elena Espinoza, de 38 años, en Maracaibo. En esa ciudad, capital del petrolero estado Zulia (noroeste), se registraron saqueos en más 500 de negocios, estimó la privada  Consecomercio. "De las panaderías se trajeron de todo, robaron sacos de harina y hasta los moldes para hacer los panes", contó Espinoza. Un directivo de Consecomercio, Felipe Capozzolo, advirtió que el vandalismo "disminuye la posibilidad de abastecer de alimentos y medicinas a la población" en un país ya golpeado por la escasez. El apagón provocó largas filas en las estaciones de servicio, ante el temor de que falte el combustible, y se interrumpieron las telecomunicaciones.  Velas, radios y linternas El gobierno creó una comisión para buscar a los responsables y dijo tener "pruebas de que el sabotaje fue ordenado por el Pentágono y el Comando Sur, y dirigido desde Houston y Chicago". Por ello, el gobierno anunció que el fin de semana se reanudarán los ejercicios militares que se venían realizando desde hace varias semanas, esta vez enfocados en la vigilancia de la infraestructura hídrica y eléctrica. Guaidó decretó el estado de "alarma nacional" por 30 días para pedir ayuda internacional en la superación de la crisis. Uno de sus más firmes apoyos en Europa, España, ofreció ayuda para recuperar un sistema eléctrico "muy deteriorado". El opositor se proclamó presidente encargado el 23 de enero luego de que la mayoría opositora del Congreso declarara "usurpador" al mandatario por estimar su reelección "fraudulenta".