El presidente de la Corte, Peter Tomka, aclaró que ambas fuerzas cometieron crímenes durante la guerra de los Balcanes que surgió luego del colapso de la antigua Yugoslavia en 1990. Sin embargo Tomka agregó que el genocidio –definido por las Naciones Unidas como “la intención de destruir toda o parte de un grupo nacional, étnico, racial o religioso”– no había sido probado en ninguno de los dos territorios. Después de dos décadas, las relaciones entre ambos países han mejorado considerablemente, pero esta instancia en particular demuestra que las viejas heridas resultantes del conflicto no han terminado de cerrar. Si bien el veredicto de la Corte dará una luz sobre lo que pasó realmente durante los años más oscuros de los Balcanes, al final se siguen negando las atrocidades de esa guerra.