Una nueva modalidad del delito ha sido descubierta en Buenos Aires. Se trata de la retención indebida de canes, también conocido como el abominable secuestro de perros. La semana pasada la policía bonaerense logró la captura de un hombre acusado de secuestrar al menos 40 perros, por los que pedía un rescate de entre 300 y 1.500 dólares, dependiendo de la edad, raza, pedigrí y hasta la riqueza del dueño, o sea, como dicen, según el marrano. Según el subjefe de la división de fraude, Juan José Eschettino, el sospechoso fue atrapado luego de una cacería que duró tres meses y en su casa de habitación fueron hallados varios perros que evidenciaban haber sido cuidados con todo esmero. No se aclaró si el hombre actuaba solo o si era parte de una conspiración antiperruna.