“Una arritmia es un problema relacionado con la frecuencia o el ritmo del latido cardíaco”, explica el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Añade que durante una arritmia, el corazón puede latir demasiado rápido –taquicardia–, demasiado lento –bradicardia– o con un ritmo irregular.

La entidad, que hace parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), indica que la arritmia “es causada por cambios en el tejido y la actividad del corazón o en las señales eléctricas que controlan los latidos del corazón”. Se trata de cambios que pueden ocurrir debido a daños causados por enfermedades, lesiones o la genética. No es común que una arritmia cardíaca desarrolle sintomatología, no obstante, puede haber presencia de latidos cardíacos irregulares, mareo o dificultad para respirar.

Advierte que si la arritmia no se trata a tiempo, “es posible que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al cuerpo. Esto puede dañar el corazón, el cerebro u otros órganos”.

De acuerdo con estudios científicos la práctica de deportes de alta intensidad o resistencia están relacionados con un mayor riesgo de sufrir fibrilación auricular. Así lo explicó el Dr. Joaquín Oscà, cardiólogo en el Hospital Universitario la Fe de Valencia, esto porque el corazón debe hacer un esfuerzo más grande.

De acuerdo con un análisis llevado a cabo por Institut d’Investigacions Biomèdiques (Idibaps) y el Hospital Clínic de Barcelona, el ejercicio físico de alta intensidad realizado de manera prolongada en la vida de alguien puede dañar las aurículas y el ventrículo derecho, aumentando la posibilidad de sufrir arritmias.

Por su parte, Eduard Guasch, uno de los autores del estudio, señala que el ejercicio de resistencia puede también puede crear pequeñas cicatrices o fibrosis que dañan el corazón y provocar problemas cardíacos.

Entre algunos deportes, se encuentran:

  • Correr maratones.
  • Ciclismo.
  • Realizar cardio durante mucho tiempo.

Entre algunas recomendaciones, se destaca la importancia de conocer el cuerpo y saber que no todos los corazones están preparados para soportar las exigencias físicas. Es claro que realizar ejercicio es fundamental para mantener una buena salud cardiovascular, sin embargo, debe hacerse de forma segura.

Por otro lado, el experto señala que para quienes desarrollan estas prácticas diariamente es necesario visitar a un experto con cierta periodicidad para mantener un reporte del cuerpo y su funcionamiento.

Otros tratamientos para la arritmia

Sobre el tratamiento que requiere esta afección cardiovascular, Mayo Clinic reseña que por lo general se inicia cuando “la arritmia provoca síntomas importantes o si genera riesgos de padecer una arritmia más grave o una complicación de la arritmia”. Del mismo modo, hay una serie de cambios en el estilo de vida que puede sugerir el galeno para ayudar a que el corazón goce de buena salud y prevengan complicaciones de la arritmia, descritos a continuación:

  • Consumir alimentos saludables para el corazón: seguir una dieta saludable, con poca sal y grasas sólidas, rica en frutas, vegetales y cereales integrales.
  • Hacer ejercicio con regularidad: tratar de hacer ejercicio durante al menos treinta minutos la mayoría de los días.
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  • Mantener un peso saludable: el sobrepeso aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
  • No abandonar la atención de seguimiento: tomar los medicamentos según lo recetado y asistir a consultas de seguimiento regulares con el médico. Hablar con el médico si los síntomas empeoran.

En ese mismo sentido, la Fundación Española del Corazón anota que hay algunos alimentos que no se deben consumir si se padece de arritmia cardiaca, como los que contienen abundante grasa saturada, grasa trans y colesterol.