El portal Mejor con Salud indica que la ingesta de cebolla roja o morada aumenta la producción de insulina en el cuerpo, por lo que es altamente recomendada para pacientes con diabetes.

Esto debido a que la cebolla es rica en flavonoides, en especial uno llamado quercetina que protege la salud del corazón y las arterias, además que es el encargado de controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Así mismo, el medio Innatia ha indicado que la cebolla morada es una aliada para aumentar las defensas y mantener el organismo saludable.

Dicho medio explica que, gracias al selenio que compone esta verdura (elemento importante en sistema inmune) se convierte en un producto crucial para favorecer la salud.

“Además, contienen un grupo de sustancias sulfurosas (relacionadas con el azufre) que son muy buenas para darle más consistencia a las defensas. Y estas se encuentran únicamente en esta clase de cebollas”, afirma Innatia.

Según la revista digital UnComo del portal Mundodeportivo, la cebolla morada también contiene gran cantidad de antioxidantes que combaten los radicales libres y, como se sabe, es buena para alivianar los síntomas de la tos.

Por otro lado, este producto puede ayudar a activar la circulación “gracias a su riqueza en algunos aceites esenciales como la aliina y la alicina”, explica UnComo.

De igual forma, es considerada un excelente diurético, un potente antibiótico natural y un remedio eficaz contra las enfermedades respiratorias. Incluso, la cebolla morada es buena para el acné, para los problemas capilares y para el crecimiento óseo.

Otros hábitos y alimentos que ayudan a aumentar las defensas

El portal web de salud y belleza Healthline brinda algunos consejos para fortalecer el sistema inmune de manera natural. Cabe mencionar que antes de seguir estas recomendaciones es mejor consultar con un médico que las apruebe.

  • Dormir lo suficiente: según el portal, el sueño y la inmunidad están relacionados; no dormir bien o tener un sueño de mala calidad está vinculado a una mayor susceptibilidad a las enfermedades. Un estudio realizado con 164 adultos sanos arrojó que los pacientes que dormían menos de seis horas cada noche eran más propensos a resfriarse que los que dormían seis horas o más durante la noche.
  • Comer grasas saludables: las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, las nueces y el salmón, pueden aumentar la respuesta inmune del cuerpo a los patógenos disminuyendo la inflamación. Cabe mencionar que la inflamación de bajo nivel es una respuesta normal al estrés o a una lesión, en cambio, la inflamación crónica puede debilitar el sistema inmunitario.
  • Realizar actividad física: el ejercicio regular y moderado puede reducir la inflamación y ayudar a las células inmunitarias a regenerarse de manera constante. Ejemplos de ejercicio moderado incluyen caminar a paso ligero, andar en bicicleta, trotar y nadar. La mayoría de las personas deben intentar hacer al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana.