Para nadie es un secreto que la piel es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. De hecho, es el más grande, por eso, es de vital importancia cuidarlo en todo momento.
La piel cubre totalmente el cuerpo. Esta suele almacenar mucha agua y grasa. Las características de la piel son muy diferentes en cada parte del cuerpo.
Por ejemplo, la piel de las plantas de los pies es totalmente distinta a la de la cabeza. Este órgano se compone por tres capas; estas son la epidermis (capa externa delgada), la dermis (capa intermedia) y la capa de grasa subcutánea (la más profunda).
“La piel es el órgano más grande del cuerpo. La piel y sus derivados (cabello, uñas y glándulas sebáceas y sudoríparas), conforman el sistema tegumentario. Entre las principales funciones de la piel está la protección. Esta protege al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas y temperatura. La piel contiene secreciones que pueden destruir bacterias y la melanina, que es un pigmento químico que sirve como defensa contra los rayos ultravioleta que pueden dañar las células de la piel”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“Otra función importante de la piel es la regulación de la temperatura corporal. Cuando se expone la piel a una temperatura fría, los vasos sanguíneos de la dermis se contraen, lo cual hace que la sangre, que es caliente, no entre a la piel, por lo que esta adquiere la temperatura del medio frío al que está expuesta. El calor se conserva debido a que los vasos sanguíneos no continúan enviando calor hacia el cuerpo. Entre sus principales funciones está el que la piel es un órgano sorprendente porque siempre protege al organismo de agentes externos”, agrega la entidad.
Cuando llega el envejecimiento, una etapa natural e inevitable de la vida, la piel es uno de los órganos que más se ve afectado, ya que, pierde la elasticidad, por lo que empiezan a aparecer las detestables, para muchas personas, arrugas.
Sobre este punto, es necesario resaltar que existe una proteína que le da elasticidad a la piel. Se trata de la elastina. “La elastina es una proteína en la fibra del tejido conectivo de la piel que le da resistencia y elasticidad. Es lo que le da a la piel esa apariencia rejuvenecida y completa que se suele asociar con un cutis joven y saludable. La elastina se reduce naturalmente con la edad, lo que deja la piel más propensa a la flacidez visible, las líneas de expresión y las arrugas”, reseña la plataforma digital Neutrogena.
La exposición al sol, la contaminación y los malos hábitos aceleran la pérdida de la elastina. Mantener un estilo de vida saludable ayuda a retrasar o disminuir la pérdida de esta proteína tan importante para el cuerpo humano.
Así se puede mejorar el estado de la piel
1. Usar humectantes. “El envejecimiento de la piel es una realidad, pero puedes tener una piel visiblemente saludable si la mantienes humectada. Usa productos ricos en humectantes formulados con ingredientes que detectan los efectos visibles de la falta de elastina en la piel, como los péptidos, para lograr una apariencia visiblemente más firme”, apunta Neutrogena.
2. Utilizar protector solar. Utilizar protector solar todos los días es de vital importancia para proteger la piel de una enfermedad como, por ejemplo, el cáncer. Este trastorno puede llegar a causar la muerte y se da por el crecimiento sin control de algunas células dañadas.