De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente, las personas tienen una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. En ese sentido, destaca que todos los países del mundo están experimentando un incremento tanto de la cantidad como de la proporción de personas mayores en la población.

De hecho, según las proyecciones de la OMS, en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. Mientras que para el 2050, la población mundial de personas en esa franja de edad se habrá duplicado, alcanzando una cifra cercana a los 2.100 millones. Respecto a las persona de 80 años o más, se prevé que se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones.

El proceso de envejecimiento, desde el punto de vista biológico, es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a los largo del tiempo. En consecuencia, se genera un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, así como el aumento del riesgo de desarrollar enfermedad y, en última instancia, a la muerte.

Si bien el envejecimiento es un proceso completamente natural, no necesariamente deriva en bajar la guardia y descuidar la salud; al contrario, las personas que llegan a esta etapa deben priorizar sus hábitos de vida saludable.

En esa línea, las recomendaciones más comunes implican dos pilares: la alimentación y la actividad física. De hecho, estos elementos son altamente sugeridos durante toda la vida, ya que contribuye a prevenir afecciones como la obesidad y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Respecto a la importancia de la alimentación, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que los alimentos entregan la energía y los nutrientes necesarios para que las personas estén sanas. El listado de nutrientes aportados por la comida está compuesto por las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua.

Según información de National Institutes of Health (NIH), la cantidad de alimentos que deben consumir las personas depende de su nivel de actividad. En ese sentido, si el sujeto consume más calorías de las que el cuerpo utiliza, aumentará de peso.

Sobre las calorías, el NIH explica que son la manera de contar la cantidad de energía que un producto alimenticio contiene. Dicha energía ayuda a las personas a realizar sus actividades diarias, no obstante, se recomienda priorizar alimentos que ayuden a suplir los nutrientes que el cuerpo demanda, pero no muchas calorías.

¿Cuántas calorías diarias necesitan las personas mayores de 50 años?

El consumo recomendado de calorías varía en función de qué tan activa es la persona. National Institutes of Health establece que el consumo diario recomendado para una mujer que no es físicamente activa se ubica en las 1.600 calorías. Por otro lado, si se trata de una mujer medianamente activa, se sugieren 1.800 calorías. Finalmente, respecto a las mujeres mayores de 50 años que tienen un estilo de vida activo, se recomienda consumir entre 2.000 y 2.000 calorías.

La cantidad de calorías diarias sugeridas para los hombres mayores de 50 años que no son activos físicamente es de 2.000 calorías. Para aquellos que son medianamente activos, entre 2.200 y 2.400. Mientras que para la población masculina que figura en este rango de edad, la necesidad calórica se sitúa entre 2.400 y 2.800.

Además de las recomendaciones en materia de alimentación, NIH también sugiere realizar, por lo menos, 150 minutos (dos horas y media) de actividad física cada semana.

El ejercicio se puede dividir en sesiones de 10 minutos varias veces al día, la mayor parte de la semana. Con el objetivo de definir un plan de entrenamiento y alimentación adecuados después de los 50 años, se sugiere acudir a un especialista médico.