“El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, el cual necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos. El organismo produce todo el colesterol que necesita. Y esta sustancia también se encuentra presente en alimentos de origen animal, como yemas de huevo, carne y queso”, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus.

La entidad agrega que si se tienen cantidades desproporcionadas de colesterol en la sangre, esta sustancia puede combinarse con otras para formar una placa que se pega a las paredes de los vasos sanguíneos, lo que genera afección en las arterias coronarias. Esto, a su vez, puede bloquearlas, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón.

Ahora bien, al hablar de colesterol se debe tener en cuenta el tránsito intestinal, lo que comúnmente se conoce como digestión. De acuerdo con el sitio web Unilabs, “es el término con el que se conoce el paso de los alimentos por el intestino. Se trata de un recorrido en el que se absorben los nutrientes para que el organismo obtenga energía y elimine los residuos no eficientes”.

Para que una sustancia como el colesterol se encuentre en valores saludables y el tránsito intestinal funcione de manera correcta es de vital importancia adoptar un estilo de vida saludable. La principal recomendación de los profesionales de la salud es alimentarse de forma sana.

Colesterol | Foto: GettyImages

De la dieta alimenticia se debe eliminar el consumo de alimentos o productos con altas cantidades de azúcar, sodio y grasas dañinas. Y, a su vez, se debe añadir la ingesta de elementos de origen natural como por ejemplo frutas, verduras, legumbres y algunos cereales en especial.

Precisamente, sobre este último grupo de alimentos, los cereales, hay uno que resalta entre los demás y es la cebada, dado que baja los niveles de colesterol y regula el tránsito intestinal, tal como lo reseña la plataforma digital Dimefar.

“Gracias a su alto contenido en fibra, la cebada estimula la eliminación de colesterol LDL o ‘malo’, ya que la fibra absorbe este tipo de grasa. Asimismo, por su alto contenido en fibra, también es importante para regular el tránsito intestinal y ayudar a eliminar las toxinas acumuladas en los intestinos”, indica el portal.

La página también agrega que “la cebada contiene 14,8 gramos de fibra por cada 100 gramos, así como vitaminas A, C, D, E, B12 y folato. Incorporar cebada en nuestra dieta diaria mejora nuestra salud cardiovascular, disminuyendo así posibles enfermedades y mejorando nuestra calidad de vida”, se lee en el portal web.

Cebada, campo. | Foto: Getty Images

Cebada: uno de los cereales más conocidos

Según el sitio Gullón, la cebada tiene su origen en Asia occidental y África nororiental, donde se han encontrado restos de cultivos que datan de hace 15.000 años, lo que la convierte en el cereal más antiguo cosechado por la humanidad.

En un principio, se cultivaba para alimentar tanto a las personas como al ganado. En el antiguo Egipto, la cebada tuvo un papel importante en la nutrición, siendo uno de los elementos básicos de esa civilización. Los griegos y los romanos también la usaban para hacer pan y otros alimentos.

“Fue el cereal más utilizado para el consumo, debido a que era mucho más económico que, por ejemplo, el trigo. No obstante, con el paso de los años el trigo se fue volviendo más asequible y logró desbancar a la cebada. En la actualidad, la cebada empieza a recuperar su protagonismo gracias a, entre otros factores, sus cualidades nutritivas”, puntualiza el portal mencionado.

Cereales naturales. | Foto: Getty Images