Está más que demostrado que llevar una alimentación balanceada, rica en nutrientes, baja en grasas y en carbohidratos ayuda a mantener en óptimas condiciones todos los órganos del cuerpo. Sin embargo, es importante saber cuáles son los alimentos indispensables para nutrir y activar todas las funciones del cerebro.

Diversas investigaciones médicas han dado indicios de las propiedades que tienen frutas, verduras y carnes, que muchas veces se tienen al alcance de la mano y que no se consumen por desconocimiento.

Pescado y aceite de oliva

Consumir pescado una vez por semana resulta beneficioso para proteger a las personas contra el deterioro cognitivo, según confirmó un estudio publicado en la revista Neurology, en el año 2016. En esta investigación, monitorearon a más de 900 hombres y mujeres, entre 70 y 80 años, durante cinco años, y hallaron que aquellos que consumen más pescado sufren menos deterioro de la memoria y otras medidas de salud cerebral, en comparación con las personas que rara vez consumen pescado o mariscos.

Otra de las ventajas de consumir este alimento es que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el pescado protegen al cerebro de variadas maneras.

El aceite de oliva extra virgen también contiene compuestos que pueden eliminar pequeños nudillos en el cerebro, lo que según los expertos, retrasa la evolución de enfermedades.

La espinaca puede ayudar a regular la glucosa en la sangre siempre y cuando se acompañe de actividad física y una buena alimentación. Además tiene un alto contenido de vitamina K. | Foto: Lecic

Vegetales verdes

Los vegetales de hoja verde son esenciales dentro de la dieta mediterránea de intervención para el retraso neurodegenerativo (MIND), desarrollada por investigadores del Rush University Medical Center en Chicago.

Estos expertos confirmaron en un estudio, difundido en la misma revista Neurology, que las personas de 58 a 99 años que consumen cada día media taza colmada de vegetales de hoja verde cocidos, o una taza colmada de verduras crudas como la lechuga, tienen menos deterioro cognitivo —equivalente a 11 años menos— que aquellas que casi no consumen vegetales de hoja verde.

Cacao

Investigaciones más recientes han hallado que los flavonoides que se encuentran presentes en el cacao también pueden acumularse en el cerebro, especialmente en las regiones relacionadas con el aprendizaje y la memoria, y pueden evitar el daño y proteger la salud del cerebro a largo plazo.

Otra especie que es beneficiosa para el buen funcionamiento del cerebro es la cúrcuma, que, según los expertos, tiene un potente compuesto llamado curcumina, fácil de absorber y que puede y que ayuda a reducir la inflamación en el cerebro.

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Nueces

Los médicos nutricionistas recomiendan consumir cinco o más porciones de alimentos como almendras, nueces y pistachos por semana.

Las bondades de consumir estas nueces fueron comprobadas en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard. Así, determinaron que las mujeres de 70 años o mayores que consumen cinco o más porciones de nueces a la semana obtienen puntuaciones más altas en pruebas cognitivas en comparación con las mujeres que no consumen nueces en absoluto.

Las razones, según los expertos de la universidad americana, dicen que esto puede deberse a la alta concentración de nutrientes en las nueces. Estudios anteriores las han relacionado con niveles más bajos de inflamación, una reducción en la resistencia a la insulina y niveles mejorados de grasas en la sangre, lo cual puede contribuir a la salud del cerebro.

Arándanos: Estas son su propiedades antioxidantes y antibacterianas | Foto: Getty Images

Arándanos y fresas

Los compuestos flavonoides que contienen las bayas, especialmente las propiedades antioxidantes y antiiflamatorias parecen tener el poder de mejorar la salud cerebral.

Científicos de la Asociación Americana de Neurología comprobaron que las mujeres de 70 años o mayores que consumen una o dos porciones de media taza de arándanos azules y fresas por semana tienen cerebros que funcionan como si fueran dos años y medio más jóvenes que los de las mujeres que casi no consumen bayas.

Los expertos creadores de la dieta mediterránea de intervención para el retraso neurodegenerativo (MIND) recomiendan consumir fresas o arándanos dos o más veces por semana.