El cuidado del torrente sanguíneo y sus diferentes componentes es vital para garantizar el bienestar y una salud integral, si la calidad de nuestra sangre no es la adecuada el cuerpo no funcionará bien y el organismo se irá deteriorando, lo cual genera enfermedades y otras afectaciones generales.

Si por el contrario cuidamos de la calidad de nuestra sangre, contribuiremos a nuestro propio bienestar. Para lograrlo, podemos realizar diferentes actividades relacionadas con el ejercicio y la alimentación, así como otros hábitos que componen la vida cotidiana.

Somos lo que consumimos, la alimentación es una actividad diaria de suma importancia, a través de la cual los seres humanos obtenemos energía al ingerir distintos alimentos, los cuales también pueden ayudar a proteger nuestro cuerpo humano, o por el contrario, perjudicar y deteriorar el organismo.

La alimentación es fundamental para combatir los niveles altos en ciertas sustancias del cuerpo humano. | Foto: Getty Images

Para evitar que los alimentos que consumimos sean perjudiciales, es clave y necesario poder desarrollar una dieta rica y balanceada, a través de la cual, el organismo pueda recibir cada uno de los elementos nutricionales que necesitamos para el desarrollo de nuestras actividades diarias. Dicha dieta debe estar compuesta por vitaminas, minerales y otros nutrientes.

Sin embargo, muchas personas incurren en hábitos de alimentación erróneos o descuidados, lo que va ocasionando que se deterioren las capacidades del organismo, y por tanto se perjudique la calidad de vida, y se favorezca el desarrollo de enfermedades.

Una alimentación que genere efectos negativos para la salud, puede ser aquella que se basa en el consumo constante de alimentos con grandes cantidades de azúcares añadidos o grasas saturadas, ya que a partir de estos se pueden ver dañados los órganos encargados de la digestión, y también se pueden ver alteradas de manera grave algunas sustancias presentes en la sangre, como por ejemplo, la glucosa, el colesterol o los triglicéridos.

En caso de que los azúcares y grasas saturadas se acumulen en el organismo, se pueden llegar a desarrollar afectaciones graves, como enfermedades degenerativas, y se incrementan las probabilidades de sufrir accidentes cardiovasculares, lo que puede generar daños irreparables en nuestra salud, y en el peor de los casos, la muerte.

Los triglicéridos son importantes en el mantenimiento de la salud, siempre y cuando sus niveles estén saturados por debajo de los 150 mg/dL. Getty Images. | Foto: Getty Images

De esta manera, hay algunos alimentos que por sus aportes son altamente recomendados, mientras que otros deben ser evitados en la mayor medida posible.

Uno de los alimentos más sugeridos para prevenir enfermedades y combatir el exceso de azúcar y grasas saturadas presentes en la sangre, es la cúrcuma, una especie que se utiliza de manera recurrente para poder condimentar preparaciones culinarias.

Este condimento en su composición presenta una gran cantidad de antioxidantes capaces de proteger al organismo, o de incluso estimular labores como la pérdida de peso, gracias a sus capacidades antiinflamatorias, antidiabéticas y anticancerígenas incluso.

De hecho, según explica el portal Salud180, estos antioxidantes mencionados con anterioridad, permiten que la sangre eleve su protección ante el estrés oxidativo, un elemento que es el causante de gran parte de las enfermedades cardiovasculares.

La cúrcuma tiene efectos antiinflamatorios. | Foto: Getty Images

La Universidad de Penn State, según reseña la misma fuente, puede controlarse mediante el uso de esta y otras especias, como por ejemplo, el ajo en polvo, el romero, el orégano o la canela, capaces de disminuir los niveles de triglicéridos en la sangre hasta en un 30 %, por lo que es altamente favorable para las labores circulatorias.

De tal forma, el uso de estas especias es sugerido de forma constante, sin embargo, es necesario tener en cuenta que todo extremo es malo, por lo cual tampoco debemos excedernos y así evitar impactos adversos que pongan en riesgo el desarrollo de nuestra salud.

Una alimentación balanceada y una actividad física frecuente son las claves del bienestar integral y de una vida plena.